El término “medicina funcional” se ha extendido mucho en los últimos años, pero para muchos resulta un poco difícil de entender en su totalidad. Esto se debe principalmente a que tiene un enfoque completamente diferente a lo que hasta hace poco conocíamos como medicina, que es la medicina convencional.
Veámoslo así: un médico convencional utiliza medicamentos u hormonas como herramientas terapéuticas para tratar una disfunción o enfermedad. Su modelo estándar de atención es diagnosticar una enfermedad primero y hacer coincidir esa enfermedad con el medicamento que le corresponde después.