¿Qué es la medicina funcional?
El término “medicina funcional” se ha extendido mucho en los últimos años, pero para muchos resulta un poco difícil de entender en su totalidad. Esto se debe principalmente a que tiene un enfoque completamente diferente a lo que hasta hace poco conocíamos como medicina, que es la medicina convencional.
Veámoslo así: un médico convencional utiliza medicamentos u hormonas como herramientas terapéuticas para tratar una disfunción o enfermedad. Su modelo estándar de atención es diagnosticar una enfermedad primero y hacer coincidir esa enfermedad con el medicamento que le corresponde después.
Esto funciona bien para tratar enfermedades agudas, traumatismos, infecciones y emergencias, pero desafortunadamente falla en lo referente al cuidado y la prevención de enfermedades crónicas, incluyendo problemas alérgicos, digestivos, hormonales, metabólicos y neurológicos.
Por el contrario, la medicina funcional es un esquema sistemático que se enfoca en identificar y abordar la causa raíz de la enfermedad por medio de la creación de un plan de tratamiento personalizado. Este se determina mediante la evaluación de los factores genéticos, bioquímicos y de estilo de vida del paciente.
En este campo, cada síntoma o diagnóstico puede ser un factor determinante en la enfermedad de un individuo. Por ello, una de las preguntas más críticas que hacen los profesionales de la medicina funcional es: ¿por qué experimenta el paciente estos síntomas o condiciones médicas actuales?
Estos son los cinco principios básicos que definen a la medicina funcional:
1. La medicina funcional ve a todos como personas diferentes, con factores genéticos y bioquímicos únicos. Desde este principio, respeta la bioindividualidad, ya que la atención médica es personalizada y trata al individuo, no a la enfermedad. También apoya los mecanismos de curación del cuerpo naturales en lugar de atacar a la enfermedad directamente.
2. Contrario a lo que quizás se pueda pensar, la medicina funcional está profundamente basada en la ciencia. Las últimas investigaciones han demostrado que lo que sucede dentro de nosotros está conectado por medio de una complicada red. Comprender cómo se relacionan estas conexiones entre ellas permite ver el funcionamiento del cuerpo de manera integral.
3. El cuerpo es inteligente y tiene la capacidad de autorregularse, lo que se expresa a través de un equilibrio dinámico de todos los sistemas del cuerpo.
4. Nuestro cuerpo tiene la capacidad de curarse y prevenir enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
5. Y mi favorita: la salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado de inmensa vitalidad.
El propósito de la medicina funcional es comprender la historia del paciente y reconocer patrones clínicamente relevantes en los síntomas y las características de los trastornos crónicos que padece. Se aborda el antecedente de la enfermedad concentrándose en la atención preventiva, pero no sin tomar en cuenta las creencias, actitudes y motivaciones del paciente —relacionadas con los aspectos físicos, mentales y emocionales que le atañen— para finalmente ayudarlo a lograr una salud óptima integral.
La medicina funcional también establece que la nutrición juega un papel esencial en el metabolismo celular; una amplia gama de redes metabólicas dentro del cuerpo que son influenciadas por los factores genéticos, bioquímicos y de estilo de vida únicos de un individuo a lo largo de su vida.
Estas redes metabólicas determinan también la influencia de las insuficiencias nutricionales en el desarrollo de enfermedades crónicas a largo plazo. Por ejemplo, la depresión puede ser causada por muchos factores diferentes, incluyendo inflamación, desequilibrio hormonal, alto nivel de toxicidad, dieta deficiente, o deficiencia en uno o una combinación de los siguientes: vitamina D, magnesio, zinc, vitaminas B, etc.
Por fortuna, cada vez son más los doctores que han comenzado a adoptar este tipo de cuestionamiento y enfoque sobre la enfermedad en su práctica, dándole a la medicina preventiva la importancia que merece y tratando a la salud como algo integral y no solo como la ausencia de enfermedad. Estar sano no equivale a no estar enfermo.
Te invito a que evalúes si la medicina funcional es para ti y a que consideres todos los beneficios que puede traer a tu vida.