Ayudar a las personas a encontrar un espacio seguro en la alimentación, es mi pasión y misión. Me encantaría trabajar contigo y conocer tu historia.
Ayudar a las personas a encontrar un espacio seguro en la alimentación, es mi pasión y misión. Me encantaría trabajar contigo y conocer tu historia.
Estoy convencida que, con el proceso adecuado, podemos eliminar paradigmas, miedos y creencias limitantes.
Creo que la perseverancia es la clave del éxito, que debes experimentar, caerte y aceptar eso como forma de aprendizaje.
En este blog, comparto ideas y consejos para trabajar en armonía con nuestros hábitos, teniendo como enfoque principal la salud y el bienestar integral. El cuerpo no sólo es físico, y no podemos enfocarnos sólo en una zona.
Es mi deseo que aquí encuentres información útil, relevante o al menos que inspire en ti el inicio del proceso de cambio.
Hoy quiero tocar contigo el tema del autocuidado, el cual me resulta apasionante a nivel personal. Creo que, en un mundo donde el cuidado personal muchas veces se percibe como un castigo, una restricción, o el precio a pagar por cualquier "exceso" del pasado, es hora de replantear nuestra relación con la salud.
Para empezar, el cuidarnos no debería sentirse como una tortura, ni mucho menos como algo que hacemos desde la culpa o el miedo. Debería ser una experiencia que disfrutemos, que nos divierta, y que nos conecte con lo que significa estar bien.
Lamentablemente, en muchos casos —y especialmente debido a lo inculcado por nuestros propios padres— el autocuidado está asociado con el sacrificio. Lo curioso es que el cuidar de nuestro cuerpo y mente debería ser considerado un acto de amor, no de castigo, y el elegir opciones que nutran nuestra salud integral no debería verse como algo pesado o aburrido.
La semana pasada hablamos de lo importante que es el honrar nuestro cuerpo y todo lo que hace por nosotros, así que hoy quiero darte consejos sobre cómo cuidarlo mejor. Cada quien tiene su forma particular de hacerlo, pero quiero compartirte lo que a mí me funciona y tú puedes decidir qué es lo que puede servirte.
Querido cuerpo, esto es por ti y para ti:
Hace unos días se celebró el Día de Acción de Gracias, el cual, como ya he platicado en varias ocasiones, es una de esas fechas que nos permite hacer una pausa de manera consciente y agradecer lo que tenemos.
Este año no fue la excepción y me di tiempo para mí —un momento de reconexión y de análisis conmigo misma— y, sin haberlo decidido de esa forma, me di cuenta de lo enormemente agradecida que estoy con mi cuerpo y lo que eso conlleva.
¿A qué me refiero con esto? A que no le damos el valor que merece. De hecho, muchos de nosotros mantenemos una relación compleja con él, ya sabes, de juicio, de no aceptación, de frustración y hasta de reproche. No estamos conformes con él, lo ignoramos, decidimos por él, a veces incluso lo callamos y decidimos no escucharlo, y bueno, todo el tema del enojo y del reclamo es muy, muy fuerte.
Uno de los retos más grandes que enfrentamos día con día es poder dedicarle tiempo a nuestro bienestar dentro de nuestras saturadas agendas, y es que puede parecer simple, pero asignar una hora para hacer ejercicio o tiempo para cocinar en casa requiere de organización y tiempo que, a veces, simplemente no tenemos.
No es solo que no tengas nada en tu refrigerador o que tu jornada de trabajo se haya intensificado y ahora tengas que dedicarle más horas, sino que también tu nivel de estrés está en ese límite en el que sabes que va a repercutir en tu rutina y en tus hábitos de la semana —y ni hablar de los sentimientos que todo eso te provoca.
Pocos alimentos son tan buenos y saludables como el pepino, una fruta (sí, ¡es una fruta!) que muy probablemente ya forma parte de tu consumo diario y de la que quizás no conoces la cantidad de beneficios y propiedades que suma a tu estilo de vida saludable. Estos son algunos de ellos:
Muchas veces, cuando hablo con mis clientes sobre qué es la salud, surgen muchas definiciones diferentes: algunas correctas y otras no tanto. Es por esta confusión tan común que en este blog hemos enfatizado en varias ocasiones que el estar sano no significa lo mismo que no estar enfermo. Sabemos que la salud no se define solamente como una ausencia de enfermedad, sino que abarca muchas áreas de nuestra vida y que es una clara consecuencia de nuestras elecciones.
El poder definirnos como personas saludables involucra factores como la presencia de energía sostenida, la claridad mental, la resiliencia y, sobre todo, el tener un cuerpo que realiza sus funciones de manera óptima; una pieza clave para nuestro crecimiento y evolución.
Con esto en mente, es imperativo darle importancia a todas esa acciones que realizamos cada día y que están encaminadas a un fin mayor, que es nuestro bienestar integral. Cada bocado, cada noche de sueño y cada elección consciente que haces hoy construye la base de la vida que vivirás dentro de 20, 30 o hasta 50 años.
Sin lugar a dudas, una de mis frutas favoritas es la papaya, la cual, además de ser de fácil de acceso durante casi todas las temporadas del año, brinda múltiples beneficios a nuestra salud.
Hoy te comparto algunos de ellos, desde disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas, el asma o el cáncer hasta ayudar en la digestión, mejorar el control de la glucosa en sangre en personas con diabetes, reducir la presión arterial y mejorar la cicatrización de ciertas heridas.
Aquí tienes una lista más completa:
La pregunta del mes:
Hace unas semanas tocamos el tema de las grasas y mencionamos el papel que estas juegan en múltiples funciones de nuestro cuerpo. También hicimos énfasis en que no todas las grasas son buenas para el organismo. Debido a esa publicación, muchos de ustedes me pidieron una lista específica de qué aceites no son adecuados a la hora de cocinar.
Como antecedente, quiero contarles sobre su producción. Los aceites vegetales son extraídos utilizando procesos industriales que incluyen presión, químicos y calentamiento de las semillas, lo que cambia su composición. Muchos se crean al modificar plantas genéticamente, las cuales, en su mayoría, son fáciles de cultivar y de producir a bajo costo.
El 10 de octubre de este año se celebró el Día Mundial de la Salud Mental, el cual fue establecido en 1992 para fomentar una mayor comprensión global sobre este tema. Me gustaría darte mi opinión al respecto.
Somos seres pensantes y, por ello, la salud mental es una gran parte de lo que somos como personas: afecta la forma en la que pensamos, sentimos, nos relacionamos con los demás y manejamos los altibajos de la vida. Si bien hablar de salud mental es común hoy en día, esto no siempre fue así. Durante muchos años, las conversaciones en torno a esta pieza fundamental de nuestro bienestar a menudo se consideraban incómodas, sin sentido, fuera de lugar o hasta vergonzosas.
Afortunadamente, esa mentalidad ha cambiado a medida que más y más personas (así como empresas) están empezando a entender que la salud mental debe cuidarse al igual que cuidamos nuestra salud física. Piénsalo así: a nadie le avergüenza ir al gimnasio o tomarse un día libre para curarse de un resfriado. Entonces, ¿por qué debería ser diferente ir a terapia o tomarnos un día para cuidar nuestra salud mental?
Ayer recordé unos artículos que compartí hace tiempo y pensé en compartirlos de nuevo hoy, y es que hay días en los que creo que la forma más simple de ver nuestra evolución es observar todos esos pequeños avances que hemos logrado con el paso del tiempo. Ellos me hacen darme cuenta de que nuestro desarrollo tiene muchos matices y que no hay solo una “meta” a seguir.
A medida que he avanzado, me he vuelto más consciente y he aprendido a:
Tal vez no lo sepas, pero no todas las grasas son iguales. Para muchos, las grasas son lo peor que hay y las ven con malos ojos, pero la realidad es que su consumo es necesario para que tu organismo realice sus funciones apropiadamente.
En realidad, el problema son las grasas de baja calidad, ya que estas pueden hacer que las membranas celulares se endurezcan, lo que causa que el funcionamiento de tus células sea más lento y que se inflamen con mayor facilidad.
Por esto es muy importante aprender a reconocer los tipos de grasas que existen. Las hay buenas, dudosas y nocivas. Lo malo es que muchas veces seguimos viejas costumbres sin pensar mucho en lo que ingerimos, algo así como una herencia de malos consejos que hemos escuchado durante décadas.
El carbón activado está apareciendo en todo, desde tónicos, pasta de dientes y jabones hasta licuados y cócteles. Con su llamativo color negro que pega con todo, el carbón está causando sensación por sus propiedades desintoxicantes. Quizás ya has visto productos que lo mencionan (usualmente son negros), pero, por no estar familiarizado con lo que son, no los has probado aún.
Bueno, y ¿de qué está hecho este producto tan popular?
Esencialmente, el carbón activado se elabora a partir de sustancias como el bambú o la cáscara de coco, las cuales son tratadas a muy altas temperaturas. Esto hace que dicho carbón vegetal sea extremadamente poroso a nivel celular, lo cual permite que atraiga/absorba sustancias (como las toxinas) y que luego pueda eliminarlas del cuerpo por medio de procesos naturales.
Este producto puedes encontrarlo en diferentes formas, siendo la más común en polvo. Ojo, el carbón activado no es la misma sustancia que la que se encuentra en los trozos de carbón o en los trozos de comida quemados.
Entre las preguntas que muchos de ustedes me hacen de forma frecuente siempre surge el cómo practicar la alimentación intuitiva. Creo que es una de las cosas en las que se necesita una buena guía, pues en ocasiones no se entiende bien cómo gestionar esa “libertad” de escoger los alimentos o eliminar aquellos que no son la mejor opción para el organismo. Incluso, algunos terminan por dar el tema por zanjado y deciden simplemente no consumir tal o cual cosa, sin pensarlo mucho.
Sé que no siempre es sencillo tomar decisiones. Nuestra alimentación se crea en función de muchos factores; hay veces en las que nuestra hambre es emocional y algunos antojos pueden ser el resultado de exceso de estrés, emociones, preocupaciones, aburrimiento, u otras causas.
En el artículo anterior hablamos acerca de los grandes beneficios que las almendras aportan a nuestra salud. A raíz de ello, muchos de ustedes me pidieron algunos tips sobre cómo consumirlas y, de forma más específica, hubo quienes preguntaron si era adecuado remojarlas antes de comerlas.
Indudablemente, la manera más común y saludable de ingerirlas es en su forma más natural; hablo de las almendras crudas y con piel, ya que así no contienen químicos ni aditivos. La cantidad recomendada es de 4 a 24 almendras diarias, y también pueden usarse para hacer leche, harina e incluso mantequilla.
Almendras remojadas
Una gran forma de consumir las almendras crudas es remojándolas primero, ya que esto potencia en gran medida sus propiedades naturales. Para ello, hay que hacer lo siguiente:
Deja remojar de 5 a 10 almendras en agua durante toda la noche; esto deshará la cáscara marrón del fruto, la cual actúa como inhibidora de las enzimas naturales.
Uno de mis alimentos favoritos y que trato de incluir en mi rutina diaria son las almendras, las cuales, además de ser fáciles de llevar contigo y de encontrar en cualquier tienda, son un alimento muy completo con múltiples nutrientes y un sinfín de beneficios.
Por esto y más, te comparto esta lista de los principales beneficios de consumir almendras de forma regular y como parte de una dieta saludable:
1. Ayudan a tratar y prevenir la osteoporosis
Son ricas en fósforo y calcio, minerales que fortalecen y mantienen la salud de los huesos, ayudando en el tratamiento y la prevención de la osteoporosis.
Además, contienen magnesio, otro mineral muy importante para la formación y el mantenimiento de la salud de los huesos, previniendo problemas como fracturas, osteopenia y osteoporosis.
Si bien a todos nos encantaría regresar de las vacaciones sintiéndonos renovados, la realidad es que, en muchos casos, algunos regresamos de nuestros viajes sintiéndonos fuera de nuestra rutina, fuera de balance y con un agotamiento distinto.
Esta experiencia, muy común, se deriva de una variedad de factores, desde el desfase horario, la modificación de nuestros horarios de sueño y el cambio de actividad, hasta lo que comimos y bebimos. No me refiero necesariamente a que hayamos abusado del consumo de algún alimento o bebida, sino más bien a que ocurre un cambio en la rutina y en los horarios en los que comemos, los ingredientes que se utilizan, etc.
En la actualidad, la forma en que viajamos se ha modificado en varios aspectos. Ahora se ofrece hospedaje en sitios como casas o departamentos a través de plataformas de intercambio o rentas, lo cual nos permite sentirnos como en casa y que podamos “anidar” durante unos días, por lo que a muchos nos gustaría tener al alcance cosas que normalmente tenemos en nuestra propia casa.
Vale la pena mencionar que muchos hoteles son flexibles cuando se hacen solicitudes especiales, así que no subestimes el poder de preguntar o pedir algo específico.
El tema que tocaremos hoy es un hábito que muy frecuentemente obstaculiza nuestros objetivos de salud y bienestar, y que quizás conoces bien; hablo de caer en los excesos.
Creo que una de las cosas más problemáticas de este hábito es que la mayoría de las veces ni siquiera te das cuenta de que lo haces y, como sucede en estos casos, el ser consciente de tus actos es un paso fundamental para retomar el control de tu bienestar. Veamos de qué se trata:
Este mes ha habido un gran intercambio de impresiones, dudas y comentarios en este blog, lo cual me hace muy feliz, especialmente porque puedo ver cómo esta comunidad sigue en movimiento, creciendo, y buscando un mismo fin, el bienestar.
Siguiendo con esta nueva sección, compuesta por esas preguntas que he recibido y que despiertan la curiosidad y el interés de muchos de ustedes, hoy hablaré de cómo me siento al compartir un pedazo de mí en lo que escribo.
Esta es la pregunta del mes:
Siguiendo con el tema de esos hábitos que no solo no aportan nada, sino que más bien restan mucho a nuestra rutina diaria, hoy quisiera hablarles sobre los apegos que no son sanos y que a veces son difíciles de detectar.
Para empezar, analicemos qué son: se conocen como falsos apegos y son esas conexiones emocionales poco saludables con personas, conductas, objetos, o incluso pensamientos que ya no nos sirven, es decir, que ya no tienen mayor relevancia en este punto de nuestras vidas.
Estos apegos pueden ser altamente dañinos, ya que suelen agotar tu energía y dejarte sin pila. Hay muchos ejemplos, pero entre los más comunes están las relaciones tóxicas, conductas y pensamientos que ya no se alinean con donde estás ahora y el aferrarse a posesiones materiales que ya no tienen ningún propósito.
En el artículo anterior hablábamos acerca de lo importante que es revisar los hábitos que conforman nuestra rutina diaria con el fin de reconocer aquellos que tienen un efecto negativo en ella. Por ello, quisiera explicarte más a fondo en qué consiste cada uno de ellos.
Comenzaré por el autosabotaje. Esta acción es llevada a cabo de forma consciente e inconsciente y puede ser una barrera en las distintas áreas de tu vida. Suele verse de diferentes maneras, como procrastinación, un diálogo interno negativo o la carencia de límites sanos.
Hace unas semanas platicaba con un grupo de trabajo sobre el tema de los hábitos y la relación que estos tienen en nuestra búsqueda de mejora. Coincidimos en que muchas veces nos enfocamos en agregar nuevos hábitos a nuestra rutina, pero—y fue ahí donde comenzamos a hacer un análisis más profundo— también coincidimos en que quizás la clave para lograr el bienestar no está en la suma, sino en la resta.
¿A qué me refiero con esto? Pues a que casi siempre estamos pensando en agregar cosas a la lista y no dedicamos el mismo tiempo a revisar de forma consciente los hábitos que ya tenemos y que mermarán, o bien, serán un obstáculo en la integración de un nuevo hábito —independientemente de lo adecuado que sea o de la importancia que tenga.
Hoy te comparto la lista de cinco hábitos que considero que impactan de forma negativa en el logro de nuestros objetivos, los cuales, una vez eliminados, pueden desbloquear un camino más claro hacia el bienestar, la productividad y el crecimiento personal.
La pregunta que quiero abordar el día de hoy es una que me han hecho en muchas ocasiones, pero que siempre me hace mucha ilusión, ya que trata acerca de la creación de este mismo blog.
Recibirla me hace pensar que muchos de ustedes tienen una semillita dentro que les inspira a querer saber más o a escribir sobre sus propias experiencias e inquietudes.
Esta es la pregunta del mes:
Independientemente del tipo de alimentación saludable que sigas, el aguacate es uno de los superalimentos que han adquirido gran popularidad y han sido incorporados a la alimentación de la mayoría de nosotros, volviéndolo de fácil acceso en nuestro día a día.
Siendo tan común su consumo diario, hoy te comparto algunos de los beneficios que esta fruta —¡sí, es una fruta!— tiene en tu salud.
Sé que a veces el inicio de semana puede sentirse abrumador y con una lista larga de objetivos por cumplir y tareas pendientes, así que hoy te invito a tomarte unos minutos para reflexionar sobre algunos puntos que considero que valen mucho la pena.
1. El camino de cada persona es diferente
Con esto me refiero a que por más que nuestras metas sean similares o los pasos sean los mismos, la vida de cada persona se ve afectada de manera distinta según sus circunstancias. Es por esto que hay que promover la empatía y respetar los procesos de cada uno. Evita compararte y el juicio destructivo.
Hace poco escribí sobre tomar la decisión de convertirme en Wellness Coach y sobre cómo esta fue motivada por mis propias necesidades, especialmente en lo referente a mi relación con la comida y las herramientas que aplico en mi rutina diaria. Después de un largo proceso de aprendizaje, encontré que la alimentación intuitiva era el enfoque correcto para mí, por lo que hoy me gustaría armarte de más información al respecto.
Empezaré por lo básico: la alimentación intuitiva es un método que enseña a las personas a comer lo que su cuerpo requiere, lo que quiere decir que te ayuda a entender qué necesita tu organismo para desarrollar sus funciones de manera óptima, evitando cosas que le afectan o que alteran sus procesos naturales.
Hoy me gustaría hablarles acerca de una práctica que tiene un gran número de beneficios y que sin duda considero que es una gran herramienta en nuestro camino al bienestar: el yoga.
Esta antigua tradición tiene su origen en la India y su nombre hace alusión a la unión de cuerpo y mente, ya que “yoga” significa “unidad” en sánscrito. Dicho esto, no es de extrañar que esta práctica reúna a seguidores de todas partes del mundo.
Cada 21 de junio y desde el año 2014 se conmemora el Día Internacional del Yoga, por lo que este año cumple 10 años de ser celebrado. Su objetivo principal es hacer que seamos conscientes de ese impacto tan positivo que tiene el yoga en nuestras vidas a nivel físico, mental y espiritual.
El hecho de que esta fecha sea también el inicio del verano en el hemisferio norte y el solsticio de invierno al sur del ecuador no es coincidencia, sino un guiño a la relación de esta milenaria práctica con la energía, el bienestar y el entorno en general.
Sí, hoy celebro mi cumpleaños y me llena de emoción y agradecimiento el poder compartirlo contigo. Hace unos días, al pensar en cómo me sentía este año y en cómo me gustaría celebrarlo, me di el tiempo de analizar lo que habían sido los últimos 12 meses y sin duda me sentí muy plena; incluso podría decir que me siento rebasada por un profundo sentimiento de agradecimiento por todo lo que he vivido este año.
Sé que a veces usamos frases que pueden parecer muy trilladas o hasta vacías; es por esto que en las últimas semanas buscaba la forma de expresarme y creo que lo que más resonó en mí es lo maravilloso que es poder vivir de forma auténtica, plena y apasionada. Con esto no quiero decir que todo en mi vida está bien, que no hay cosas complicadas o que todo sale como me gustaría que saliera, sin embargo, considero que vivir de forma auténtica abarca todo eso.
Gracias por dedicar un momento de tu día a escribirme y por cada uno de los mensajes enviados esta semana. Lo reitero, me siento infinitamente agradecida de formar parte de una comunidad enfocada en nuestro bienestar y en darle valor a nuestra salud, y de acompañarnos en este proceso como lo hacemos.
Algunos de ustedes han compartido varias preguntas e inquietudes conmigo, las cuales, al ver que son similares, quisiera responder por este medio para que estén al alcance de todos ustedes.
¿Cómo decidiste ser Wellness Coach?
Por muchos años, el sobrepeso fue un tema muy complicado en mi vida y, lamentablemente, formar parte de la cultura de “estar a dieta” parecía ser la única opción viable para mí. Durante las incontables visitas al nutriólogo, me enfrenté a cuestionamientos y juicios que no siempre me daban la oportunidad de obtener más elementos para entender qué era lo que podría estar impidiéndome lograr el objetivo marcado por la báscula o aprender sobre todas las otras áreas que ahora sé que influyen de manera directa en el bienestar.
El sábado pasado fue el Día Mundial del Bienestar, el cual conmemora nuestro deseo como comunidad de querer estar mejor, estar más sanos y vivir bien, tanto física como espiritualmente.
Con el lema "Un día puede cambiar toda tu vida", el Día Mundial del Bienestar comenzó en Turquía en el año 2012. Toma lugar el segundo sábado de junio de cada año y ya ha sido adoptado alrededor del mundo.
Cabe destacar que este es un día sin ánimo de lucro, ya que es un proyecto social dedicado a vivir bien. Su propósito es empoderar a las personas a que se pregunten, aunque sea por un día, “¿Cómo puedo vivir una vida más saludable y mejor?”, y así dirigir sus pensamientos hacia vivir bien y crear conciencia.
Pues sí, hoy quiero contarles que este es el artículo número 200 de nuestro blog y lo feliz que me siento de poder celebrarlo juntos. Llevamos cerca de 4 años ininterrumpidos compartiendo información y acompañándonos en nuestro estilo de vida saludable, así que quiero darte las gracias por leerme y por ser mi más grande motivación. Semana tras semana, tú me inspiras a escribir algo en lo que dedicarás tiempo a ti mismo, con información y herramientas que te serán de utilidad.
Cuando inicié este proyecto, nunca imaginé que esta sería una parte de mi día a día que disfruto tanto, desde el proceso de pensar sobre qué tema hablaré hasta el cómo hacerlo siempre de fácil acceso para todos.
Sé que lo sabes, pero la mayoría de los temas que comparto están inspirados en ti que me lees, en las preguntas que recibo de cualquiera de mis clientes en nuestras sesiones, o en alguna reunión. A veces una plática, un comportamiento en el supermercado, una frase o una experiencia propia puede ser el motor perfecto para compartir ese tema que te inquieta o que te servirá para tomar el control de tu bienestar.