Dando pasos hacia el bienestar
Durante estos días, muchos de ustedes me han compartido algunas áreas en las que quieren enfocarse y que consideran parte de sus prioridades, poniéndolas en lo más alto de su lista de intenciones para así trabajar en sus objetivos de bienestar.
Admito que me da mucho gusto ver cómo la comunidad que hemos formado es cada vez más consciente del impacto que esas cosas que parecen simples pueden tener en nuestro día a día, así como lo mucho que pueden ayudar a fortalecer nuestro estilo de vida saludable.
Por esto, hoy quiero mencionar algunas de esas prácticas que han sido una constante entre sus sugerencias y comentarios, las cuales puedes añadir a tu lista fácilmente:
Mantenerse activo y variar la actividad física. Esto va desde nadar y hacer senderismo hasta bailar o salir a dar un paseo.
Evitar tiempo en la pantalla, ya sea la del teléfono o la televisión, especialmente antes de acostarse.
Limitar el uso botellas de agua de plástico y, en general, de todos los plásticos en el día a día.
Practicar la alimentación consciente, reduciendo las distracciones durante las comidas.
Evitar largos periodos de sedentarismo con algunos minutos de caminata, estiramiento o movimiento cada hora.
Cocinar y buscar una receta saludable cada semana.
Celebrar las victorias y aplaudir el proceso; cada paso cuenta.
Priorizar el descanso y la calidad del mismo. Nuestro cuerpo y mente requieren de este tiempo de recuperación para poder realizar sus funciones y para la creatividad.
No depender de la cafeína para funcionar durante el día.
Leer más o hacer más actividades que alimentan el espíritu y la vena creativa, no importa qué tan ocupado estés o cuánto tiempo puedas dedicarle.
Como verás, la mayoría de estos ajustes no requieren de un mayor gasto o inversión. Recuerda que los cambios más significativos inician con nuestros pensamientos, creencias y emociones, y que esos ajustes internos se ven reflejados en nuestro exterior.
Cuéntame, ¿qué agregarías tú a esta lista?
¡Hoy es un buen día para empezar!