El bienestar no es todo o nada. A menudo nos encontramos en una mentalidad de “todo o nada”, creyendo que, si no podemos hacer algo a la perfección o de manera completa, entonces no vale la pena hacerlo. Este enfoque puede ser un obstáculo cuando se trata de bienestar y salud. Es importante recordar que el bienestar no se mide en extremos, sino que se trata de hacer pequeños ajustes que, con el tiempo, conducen a resultados significativos.
Cada pequeño paso cuenta y cada elección saludable es importante. El progreso no siempre es lineal, pero sigue siendo valioso. Adoptar una mentalidad de todo o nada puede llevarnos a menospreciar los avances pequeños y desmotivarnos. Por ejemplo, si un día no hay tiempo para ir al gimnasio, puedes compensar ese movimiento de otras maneras: hacer sentadillas mientras te cepillas los dientes, salir a caminar, subir las escaleras en lugar de usar el ascensor, hacer estiramientos en tu escritorio cada hora, practicar la respiración consciente, entre otras actividades.