Creando nuevas tradiciones

Creando nuevas tradiciones

Estamos a tan solo unos días de que llegue la Navidad, ¡qué rápido se fue el año! Sin duda, esta es una época que invita a la reflexión y de celebración, la cual en muchos casos crea el escenario perfecto para reunirse, convivir y festejar. Sin embargo, no te voy a mentir: para muchos, tanta fiesta no es algo tan sencillo de llevar, ya que también trae consigo excesos, momentos de ansiedad, y cansancio en general.

Hace unos días, una persona muy cercana me decía que, aunque le gusta mucho la Navidad, ha evitado asistir a algunas reuniones. En específico, ha decidido faltar a una “tradición” de su familia, porque cada año es igual. Decía que parecía un guion donde se repiten exactamente las mismas cosas, así que, para el, ya había perdido todo el encanto.

Esto me hizo reflexionar que, para muchos de nosotros, esta temporada es el retorno a sitios, tradiciones, comidas y etapas de nuestra vida que, aunque son algo repetitivo, también son un espacio seguro, con elementos que sirven de balance y refugio.

Por ejemplo, durante gran parte de mi vida, mi familia veía la Navidad como el pretexto ideal para reunirse. Por el lado paterno, mi familia es muy grande, así que mi abuela era la anfitriona, agasajándonos siempre con infinidad de platillos (para mí, una auténtica tradición, propia de estas fechas).

Año tras año, repetíamos las mismas cosas, pero, conforme fuimos creciendo, la ausencia de mis abuelos hizo que el resto tomáramos caminos diferentes. La Navidad ha seguido evolucionando y considero que para mí la forma de celebrar estas fechas cambió. Se ha ido ajustando a lo que para mí tiene sentido y lo que verdaderamente quiero, creando una nueva tradición: una mucho más propia.

Parte de esta reflexión, y lo que quiero compartirte, es que tú también puedes eliminar tradiciones que no resuenen contigo. Es completamente válido crear una nueva celebración y sacar aquellas con las que no te sientes identificado, sobre todo esas que de cierta forma te roban la paz. Tienes la capacidad de festejar a tu manera, seguro y rodeado de las personas que son importantes en tu vida y compartiendo momentos reales y auténticos.

Si estas fechas te causan más estrés que alegría, haz los ajustes necesarios para ponerte como prioridad. Recuerda estos puntos que pueden ayudarte a mantener el balance:

  • Cuida tu salud mental, poniendo límites sanos. A veces, la dinámica familiar, los viajes, las agendas saturadas y las múltiples reuniones no son algo que podemos evitar, pero acuérdate de reservar un momento del día para hacer algo que te guste y que te ayude a regresar a tu centro.

  • Prioriza tu descanso. Muy probablemente habrá desveladas, jornadas de trabajo más largas, ajustes de horario, u otras tareas complicadas, así que asegúrate de darle a tu cuerpo las horas de sueño que necesita.

  • Come alimentos saludables. Cada vez estás más familiarizado con este tema, así que ya conoces el impacto que una buena alimentación tiene en tu bienestar.

  • Muévete. Quizás no sea la misma rutina que haces todas las semanas, pero incorpora actividad a tu día. Caminar 30 minutos diarios, bailar o hacer estiramientos son buenas alternativas para que tu cuerpo se mantenga activo.

  • Pon atención a tu hidratación. Mantenerte hidratado puede ayudarte a desintoxicar tu organismo, sobre todo en esos días en los que consumes alcohol.

 Te deseo unas fiestas plenas y que disfrutes al máximo, y no olvides: cuida de ti y de todo aquello que es importante para tu bienestar.

¡Feliz Navidad!

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