Algunas prácticas de Mindfulness para la temporada navideña

Algunas prácticas de Mindfulness para la temporada navideña

A medida que se acercan las fiestas, hay mucho por lo que estar presente, desde ver a nuestros seres queridos disfrutando de las tan tradicionales recetas navideñas y conviviendo hasta los simples placeres de perderse observando las luces parpadeantes del árbol de Navidad (confieso es de mis cosas favoritas de esta época, es como si me hipnotizaran).

Sin embargo, todos sabemos que esta temporada también viene con mucho estrés: compromisos sociales, balancear el trabajo (a veces excesivo) con las festividades de la época, compras de regalos, reuniones familiares, visitas, viajes, ¿necesitas que diga más? Sin duda, esta es una época que para muchos representa un gran reto, así que este es un buen momento para ayudarte a que tengas opciones para encontrar unos minutos de atención plena para ti, o como se diría en inglés, prácticas de Mindfulness.

Cabe mencionar que la idea no es que esto te represente un reto, o que sientas que tiene que quitarte una hora de tu día. Después de todo, la atención plena es el arte de tomar la vida un momento a la vez, de trabajar en no estar “escapándonos” sin realmente darle a nuestra salud mental la importancia que merece.

Hoy te comparto algunas prácticas fáciles de mindfulness para incluir en tu agenda de vacaciones. Desde la respiración hasta la meditación, sé que pueden ayudarte a sentirte más equilibrado, así que considéralo mi regalo para ti:

Meditación

Este es un tema en el que muy pronto profundizaremos más, y sé que para muchos puede resultar un tema intimidante, así que aquí está la buena noticia: no existe tal cosa como meditar mal. El simple hecho de reservar tiempo con la intención de meditar es lo que construye una práctica con el tiempo. La meditación no sólo ofrece una larga lista de beneficios mentales y físicos, sino que se ha demostrado que aumenta la compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás.

Respiración

Durante los momentos de estrés, nuestra respiración es una de las primeras cosas que se ven comprometidas. La respiración relajada tiende a parecerse a respiraciones abdominales más profundas, pero el estrés hace que nuestra respiración se vuelva corta y superficial (lo que a su vez crea más estrés). Al practicar la "respiración diafragmática" o "respiración abdominal", podemos enseñarle a nuestro cuerpo a cultivar una respiración relajada y una mente tranquila, incluso en medio de una crisis de tráfico navideño.

Visualización

Para los que, como yo, piensan demasiado (los llamados overthinkers), esta es una de las mejores herramientas para enfocarnos en el aquí y el ahora. La visualización es la práctica de usar el poder de nuestra mente para lo positivo. Curiosamente, nuestra mente no sabe la diferencia entre lo que es real y lo que es imaginario. A través de la visualización, podemos enseñar a nuestro cerebro a abordar escenarios futuros antes de que sucedan (como la fiesta navideña de la empresa o la reunión familiar que te causa tanto estrés).

Diálogo interno positivo

Es posible que no podamos controlar los vuelos retrasados o el drama familiar, pero sí podemos controlar nuestro diálogo interno. Los estudios han demostrado que la forma en que hablamos con nosotros mismos puede beneficiar directamente la ansiedad. También se ha demostrado que hablarnos en tercera persona ayuda con la regulación emocional. Y la regla general: si no se lo dirías a tu mejor amigo, ¿por qué te lo dirías a ti mismo?

Hacer Journaling

A veces, escribir un diario tiene menos que ver con lo que estás escribiendo y más con vaciar los pensamientos de tu cabeza. La época de fiestas decembrinas puede ser un gran detonador, y nuestro diario es un espacio sin prejuicios para dejar las cosas salir. Además, los estudios han demostrado que escribir sobre eventos de la vida puede dejarnos emocionalmente más fuertes, y menos molestos y evitativos cognitivamente.

Algo que todas estas prácticas tienen en común es que únicamente toman unos cuantos minutos de nuestro día y que sentirás los beneficios en muy poco tiempo. Dicho esto, la atención plena es una práctica; un estilo de vida.

Date el tiempo de hacer una pausa y de analizar cómo te quieres sentir en estas semanas cargadas de agendas complejas, cuáles son tus detonantes y qué puedes implementar en tu práctica diaria (o bien, evitar) que sabes que tendrá un impacto positivo.

Recuerda que estas pausas te permiten observarte y tomar el control, evitando que las cosas te impacten sin ser consciente de ello. Hay veces que no tenemos opción, pero hasta esas situaciones, al reconocerlas y aceptarlas como son, nos ayudan a sentirnos mejor y a evitar crear tensión y desbalance, los cuales pueden traer consigo muchas otras repercusiones.

Te invito a que estas fiestas te pongas tú como prioridad: mereces sentirte pleno y en paz.

¡Hoy es un buen día para empezar!


En estas fiestas, elígete a ti

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