En estas fiestas, elígete a ti
Ya estamos de lleno en la época de reuniones y celebraciones, donde siempre hay una buena excusa para propiciar momentos de fiesta y convivencia. Dichas reuniones, como ya hemos platicado antes, pueden tener un gran efecto en nuestro bienestar físico, en los hábitos que hemos estado trabajando todos los días y, sin duda, en nuestra salud mental, así que es importante tomar todo esto en cuenta para cuidarnos de forma correspondiente.
El sentir la presión social, tanto la fundamentada como la que solo vive en nuestra cabeza, impacta de muchas formas nuestro estilo de vida saludable. La semana pasada recibí muchos comentarios sobre este tema, y una de las inquietudes que más compartieron conmigo fue el establecer sanos límites para estas fechas, y lo drenante que puede ser asistir a lugares o celebraciones donde existen varios factores que nos ponen a prueba y afectan cómo nos sentimos.
Poner límites sanos y aprender a decir “no” no significa que seas inaccesible, que te estés perdiendo de algo, o que sufrirás de “FOMO” (“Fear of Missing Out”, que es ese sentimiento de tristeza por no haber sido parte de algo). Más bien, esta práctica te ayuda a que te des tiempo para revisar tus prioridades, decidir cómo te quieres sentir y elegir de forma consciente (y no por impulso) aquello que esté alineado con lo que para ti es relevante.
Nuestras relaciones pueden ser una de las mayores causas de desregulación del sistema nervioso, por lo que ahora quiero compartir contigo estos puntos fundamentales a revisar al momento de decidir con quién y cómo queremos pasar estas fechas:
Sé consciente de con quién pasas el tiempo.
Observa cómo te sientes con las personas en tu vida.
Fíjate quién está ahí para ti.
Invierte tiempo en relaciones nutritivas.
Establece límites en relaciones que son agotadoras.
Sé más consciente de tus detonantes y drenantes energéticos.
Observa tu desarrollo personal, eso te ayudará a valorar lo que has logrado en ti.
Prioriza tu autocuidado.
Sé más consciente de ti mismo.
Elígete a ti.
Sé que no siempre tenemos la oportunidad de decidir si participamos o no en algo, pero sí podemos decidir cómo queremos vivir ese momento y evitar dejarnos llevar por nuestros detonantes. Si ya eres consciente de que hay cosas de una persona en particular que no son tus favoritas (y que no vas a cambiar porque no es tu trabajo hacerlo), puedes trabajar en tus reacciones al respecto. No te enganches en cosas que te drenan emocionalmente.
Te comparto algunas de las intenciones que he estado trabajando durante estas fechas; quizás te sirvan de guía e inspiración para establecer las tuyas:
Elegir mi propio ritmo.
Crear espacio para mis deseos, mis prioridades y esas cosas que para mí son importantes.
Encontrar alegría en las pequeñas cosas. No todo tiene que ser una gran producción o tarea exhaustiva para ser suficientemente válida.
Atesorar los momentos que importan.
Apreciar el tiempo con mis personas favoritas.
Estar conmigo mismo y con mis seres queridos.
Dejar ir las cosas que no puedo controlar.
Dejar espacio para que las cosas sucedan. Una gran parte de mi vida es planear y asegurarme de que las cosas sucedan de cierta manera. Soy una “esclava” de la agenda, programas detallados, etc., así que para mí es vital darme la oportunidad de no tener todo controlado, permitir que las cosas pasen por sí solas y disfrutarlas así. Muchas veces esos momentos que no fueron planeados resultan ser un gran apapacho para el corazón.
Respirar.
Disfruta estas fechas y no subestimes el valor de ponerte como prioridad, ¡te lo mereces!