Tal vez no lo sepas, pero no todas las grasas son iguales. Para muchos, las grasas son lo peor que hay y las ven con malos ojos, pero la realidad es que su consumo es necesario para que tu organismo realice sus funciones apropiadamente.
En realidad, el problema son las grasas de baja calidad, ya que estas pueden hacer que las membranas celulares se endurezcan, lo que causa que el funcionamiento de tus células sea más lento y que se inflamen con mayor facilidad.
Por esto es muy importante aprender a reconocer los tipos de grasas que existen. Las hay buenas, dudosas y nocivas. Lo malo es que muchas veces seguimos viejas costumbres sin pensar mucho en lo que ingerimos, algo así como una herencia de malos consejos que hemos escuchado durante décadas.