Las últimas semanas hemos platicado acerca del estrés y del impacto tan fuerte que tiene en nuestro organismo. ¿Cómo te ha ido identificando tus detonantes y tus reacciones a momentos así?
Como ya sabes, nuestro cuerpo al estresarse se prepara para ese momento de escape; no hay forma de que pueda diferenciar si nos viene persiguiendo un oso, o si viene un periodo largo de hambruna para el cual debe estar preparado. ¿Qué sucede entonces? Parte de las reacciones iniciales implica el activar todos los mecanismos de defensa posible, preparando a los soldados para el inminente ataque. Nuestro cuerpo no quiere morirse, más bien quiere sobrevivir a toda costa, y entre las reacciones que comenzará a realizar es la de acumular todo lo que le sea posible para estar preparado para ese momento de “ataque” que, debido al nivel de estrés que ha detonado todas las alarmas, es inminente.