Hace unos días leí un artículo sobre lo que podría llamarse “el arte de reunirse” y, pensando en estas fechas en las que las reuniones sociales, laborales y familiares regirán nuestra agenda, me ha parecido relevante compartir contigo algunos de los puntos que más resonaron conmigo.
El tema principal a considerar sería la “invitación intencional”, que es el acto de elegir entre ir o no a una reunión, el cómo y el por qué. Veámoslo paso por paso.
1. Iniciaremos con el discernimiento.
Cuando recibas una invitación (y antes de aceptarla o declinarla), haz una pausa y observa cómo te sientes al respecto. ¿Te emociona? ¿Te da miedo? ¿Te da igual? ¿Es una mezcla de emociones?
No te preocupes por responder inmediatamente a la invitación. Primeramente, presta atención a cómo te sientes y por qué te sientes así.
En estas fechas que estarás recibiendo diferentes tipos de invitaciones, te invito a preguntarte: