Entre las preguntas que muchos de ustedes me hacen de forma frecuente siempre surge el cómo practicar la alimentación intuitiva. Creo que es una de las cosas en las que se necesita una buena guía, pues en ocasiones no se entiende bien cómo gestionar esa “libertad” de escoger los alimentos o eliminar aquellos que no son la mejor opción para el organismo. Incluso, algunos terminan por dar el tema por zanjado y deciden simplemente no consumir tal o cual cosa, sin pensarlo mucho.
Sé que no siempre es sencillo tomar decisiones. Nuestra alimentación se crea en función de muchos factores; hay veces en las que nuestra hambre es emocional y algunos antojos pueden ser el resultado de exceso de estrés, emociones, preocupaciones, aburrimiento, u otras causas.