Ya en muchas ocasiones te he compartido que soy una verdadera fanática del jengibre debido a sus múltiples cualidades, pero hoy quiero recordarte que el jengibre es una raíz que es fácil de incluir en tu día a día y que, si la consumes de manera continua, los beneficios que puede aportar a tu bienestar son infinitos.
Piénsalo así: en este mundo, vivimos por reacción. Comienzas el día con ciertos objetivos y, antes de darte cuenta, ya has recibido una llamada telefónica sobre una emergencia menor, algo que cambia tu agenda y tus prioridades, o una solicitud urgente. De repente, entras en modo de “crisis”, y es posible que no puedas dejar dicho estado durante el resto del día, porque en el momento en que se resuelve un problema, uno nuevo toma su lugar.
Durante todo el día, todos los días, estamos apagando incendios, grandes y pequeños. Al mismo tiempo, si no nos relajamos nunca, eso puede hacernos hiperreactivos, algo así como cuando hay tráfico y vas tarde para recoger a tu hijo de la práctica de fútbol y, sin siquiera pensarlo, le tocas el claxon al automóvil que se encuentra enfrente de ti por detenerse en una luz amarilla.