¿Cómo elegir la proteína en polvo correcta para mí?
Seleccionar la proteína en polvo ideal puede parecer difícil. Sin embargo, comprender tus necesidades individuales de salud hará más fácil tu elección.
- Conociendo la proteína
La proteína es un macronutriente esencial para el desarrollo y la reparación muscular, y las fórmulas en polvo son una de las formas más populares y convenientes de obtenerlo. Pero, como vimos en el artículo anterior, tienes que tomar en cuenta que no todas las proteínas en polvo son iguales. Por lo general hay tres principales tipos de proteínas: Whey (suero de leche), la caseína y la de origen Vegetal.
La proteína Whey se absorbe rápidamente, lo que lo hace ideal para después del ejercicio. A diferencia, la caseína se digiere más lentamente, por lo que es mejor tomarla antes de acostarse. Las proteínas vegetales, por otro lado, son una excelente opción para aquellos que siguen una dieta basada en plantas.
- ¿Cuánta proteína necesitas?
La cantidad de proteína que necesitas depende de varios factores, como tu peso, tu nivel de actividad física y tus objetivos de salud. La mayoría de los adultos sanos necesitan alrededor de 0.8 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal al día.
Este número puede aumentar si estás buscando ganar masa muscular o si realizas ejercicios de alta intensidad regularmente. Recuerda que es importante conversar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier régimen de suplementos alimenticios.
- Lee la etiqueta
Asegúrate de leer la etiqueta antes de elegir tu proteína en polvo. Evita las que contienen aditivos y azúcares innecesarios. Elige aquellas que contengan ingredientes naturales y de alta calidad. Recuerda que la proteína en polvo debe ser una ayuda para alcanzar tus objetivos de salud, no un obstáculo.
¿Cómo puedes incorporar la proteína en polvo en tu dieta diaria?
Incorporar este complemento en tu dieta diaria es un proceso sencillo y hoy te mostraré cómo hacerlo correctamente.
- En el desayuno
Tomar proteína en polvo por la mañana es una excelente manera de empezar el día. Añade una dosis a tu licuado, avena o yogur. Este refuerzo te ayudará a sentirte saciado durante más tiempo y proporcionará a tus músculos los nutrientes necesarios para un buen comienzo del día.
En licuados: Mezcla tu proteína en polvo con frutas y vegetales. Ya sabes la receta.
En avena: Para un desayuno con un extra de proteínas, mezcla tu polvo con tu avena cocida.
En yogurt: Prepara un nutritivo snack con yogurt y una cucharada de proteína en polvo.
- En comidas y cenas
La proteína en polvo no está limitada sólo al desayuno; también puedes darle un toque proteínico a tus comidas y cenas. Por ejemplo, si estás preparando una sopa o un guisado, puedes añadir una cucharada de tu polvo de proteínas después de terminar la cocción. Esto mantendrá intacta la mayoría de las proteínas.
- En snacks y postres
Si te apetece un snack o postre saludable, añade proteína en polvo. Puedes preparar hot cakes de proteína para el desayuno o galletas de proteína como snack o postre. Son excelentes formas de mantener tus niveles de proteína elevados, evitando atracones de azúcar y alimentos procesados. Recuerda que, como cualquier suplemento, la proteína debe consumirse con moderación.
Ahora estás listo para incorporar la proteína en polvo en tu dieta diaria. En el próximo artículo veremos más consejos y precauciones generales a tomar en cuenta cuando sumas la proteína en polvo a tu dieta diaria.
¡Hoy es un buen día para comenzar!