All tagged #bodylove

Cómo cuidarte sin culpa y sin miedo

Hoy quiero tocar contigo el tema del autocuidado, el cual me resulta apasionante a nivel personal. Creo que, en un mundo donde el cuidado personal muchas veces se percibe como un castigo, una restricción, o el precio a pagar por cualquier "exceso" del pasado, es hora de replantear nuestra relación con la salud.

Para empezar, el cuidarnos no debería sentirse como una tortura, ni mucho menos como algo que hacemos desde la culpa o el miedo. Debería ser una experiencia que disfrutemos, que nos divierta, y que nos conecte con lo que significa estar bien.

Lamentablemente, en muchos casos —y especialmente debido a lo inculcado por nuestros propios padres— el autocuidado está asociado con el sacrificio. Lo curioso es que el cuidar de nuestro cuerpo y mente debería ser considerado un acto de amor, no de castigo, y el elegir opciones que nutran nuestra salud integral no debería verse como algo pesado o aburrido.

Querido cuerpo, esto es por y para ti

La semana pasada hablamos de lo importante que es el honrar nuestro cuerpo y todo lo que hace por nosotros, así que hoy quiero darte consejos sobre cómo cuidarlo mejor. Cada quien tiene su forma particular de hacerlo, pero quiero compartirte lo que a mí me funciona y tú puedes decidir qué es lo que puede servirte.

Querido cuerpo, esto es por ti y para ti:

Gracias, Cuerpo: Un Merecido Tributo

Hace unos días se celebró el Día de Acción de Gracias, el cual, como ya he platicado en varias ocasiones, es una de esas fechas que nos permite hacer una pausa de manera consciente y agradecer lo que tenemos.

Este año no fue la excepción y me di tiempo para mí —un momento de reconexión y de análisis conmigo misma— y, sin haberlo decidido de esa forma, me di cuenta de lo enormemente agradecida que estoy con mi cuerpo y lo que eso conlleva.

¿A qué me refiero con esto? A que no le damos el valor que merece. De hecho, muchos de nosotros mantenemos una relación compleja con él, ya sabes, de juicio, de no aceptación, de frustración y hasta de reproche. No estamos conformes con él, lo ignoramos, decidimos por él, a veces incluso lo callamos y decidimos no escucharlo, y bueno, todo el tema del enojo y del reclamo es muy, muy fuerte.

El gran problema de la “charla gorda”

Todos hemos escuchado o dicho frases como “odio mis muslos”, “mis brazos están flácidos”, “este pantalón me hace ver gordo(a)” u “odio que se me marquen las lonjas”. Es más, tan solo leer estas declaraciones puede provocar una respuesta negativa en ti y eso se debe a que la conversación corporal negativa duele. Con esto en mente, me gustaría que pienses en este blog como una llamada de atención para revisar si este tipo de plática es una práctica constante en tu círculo cercano de amigos.

Quizás esta crítica o juicio constante de tu cuerpo (o del de alguien más) puede parecer relativamente inofensiva en la superficie, pero cuando se profundiza y se analiza por qué es algo que hace tanta gente, —y a qué nivel esto puede afectar a todas las partes involucradas— es cuando su magnitud resulta evidente.

La concepción que los medios han creado sobre la belleza por años y años ha cimentado un estereotipo en nuestras cabezas, el cual está sujeto a estándares que determinan qué debe tener y cómo debe lucir nuestro cuerpo para ser ACEPTADO, ¿te das cuenta de esta última palabra?

Hago pausa y mucho énfasis en esta palabra porque el significado está relacionado con un sinfín de posibilidades. En pocas palabras, si no reúnes ciertos “requisitos”, no eres merecedor de aceptación ni de cariño.

No es normal sentirse mal

Una de las situaciones más frecuentes en nuestro día a día es “normalizar” el sentirnos mal. Nos acostumbramos a vivir con ese dolor, inflamación, o incomodidad como parte de nuestra vida. Esto lo veo y escucho muy seguido entre mis clientes. Hacemos una racionalización de la situación, y concluimos que, por suceder tan seguido, debe ser normal. Síntomas como acidez diaria, dolores de cabeza frecuentes, insomnio, cansancio, nada de esto es normal.