¿Qué puedo esperar de un détox?
Cuando comenzamos un programa de détox existen factores a considerar. Partiendo de que ya elegiste un programa adecuado y que podrás recibir los beneficios que un détox trae consigo, debes tomar en cuenta que el cuerpo también comenzará a “luchar” por permanecer o regresar a lo que era antes. No es fácil quitar el sarro o el óxido de una parrilla que no lavamos constantemente, así que de la misma manera tu cuerpo no querrá, al inicio, cambiar. Te la va a hacer un poco difícil porque es más “cómodo” quedarse de la misma manera.
Cuando analices el détox que quieres hacer, y si es el programa adecuado para ti o no, toma en cuenta los síntomas que puedes esperar. Cabe aclarar que no siempre se van a presentar; eso dependerá de cómo reacciona tu cuerpo. Lo que sí es importante es que decidas qué harás sabiendo que existe una alta probabilidad de que experimentes uno o algunos de los siguientes efectos secundarios y/o reacciones:
1. Dolor de cabeza. Este es uno de los primeros síntomas que pueden aparecer; es la reacción inmediata a la limpieza profunda. ¡Felicidades! Vas bien. Evita tomar medicamentos, toma mucha agua natural y, dentro de lo posible, descansa un rato. Tip de pro: puedes añadir unas gotitas de limón y/o hojas de menta al agua; consume también agua mineral (obvio sin saborizante artificial) o té de menta.
2. Cansancio. Por supuesto que tendrás menos energía estos días: el cuerpo está dedicando su tiempo a otras tareas y está recibiendo una menor cantidad de alimentos en algunos casos, así que evita hacer rutinas de ejercicio extenuantes. Si dormir es opción, descansa; ayudarás a tu cuerpo a enfocarse 100% a la limpieza. Esta sensación es momentánea, quizá dure uno o dos días, máximo. Después de ello, y dependiendo de la duración de tu programa, el cuerpo comenzará a estar mucho más despierto, activo, tendrás mayor claridad mental, y te sentirás con mucha energía y ánimo. Poco a poco puedes ir agregando actividad física, pero no abuses: este no es el momento para correr ese maratón que tanto anhelas o romper tu récord de levantamiento de peso en el gimnasio. Un poco de actividad física —caminata, yoga, estiramientos— puede ser de ayuda para los procesos de desintoxicación.
3. Irritabilidad. Oh yes! Esto no es miel sobre hojuelas, así que sé paciente contigo y no te desquites con quien se te atraviese. Comparte tus planes de détox con tu círculo más cercano y platícales un poco acerca de lo que puede suceder. Esos días y momentos de détox te pueden servir para estar más contigo mismo; tu cuerpo te pedirá atención, así que date la oportunidad de conectar con todo este proceso.
4. Hambre. No te voy a mentir: dependiendo del programa que decidas hacer, la mente hará de las suyas y a veces también el estómago, así que regreso a la paciencia. Toma agua; ese tip de las gotas de limón siempre funciona. Un té de hierbas sin cafeína también puede ayudar. Aquí te comparto algunas sugerencias: pregunta qué opciones de alimentos tiene el programa en caso de que te sientas con un hambre extrema. Hay muchos que permiten incorporar caldo de huesos, sopa de verduras, o un plato de ensalada. Te recuerdo que debes asegurarte de que estén preparados en su versión mas natural y sin usar condimentos procesados como “Knorr Suiza” o similares.
También analiza si el hambre es real o psicológica. Muchas veces, y no solo cuando hacemos estos programas, creemos tener hambre cuando más bien tenemos ansiedad.
Nota importante: si te sientes mal durante cualquiera de las etapas de alguno de estos procesos, por ejemplo, desmayos, una baja de presión o algo que realmente esté poniendo en riesgo tu salud, acude al médico de inmediato y come algo un poco más sustancioso. Dátiles, nueces y verduras son buenas opciones. No es bueno darte un “atracón” de comida pensando que con eso volverás a la normalidad, no, recuerda que tu cuerpo estaba en pausa, así que hay que prender la maquinaria poco a poco.
5. Diarrea o gases. Estamos limpiando, así que es normal que en estos días tu organismo comience a deshacerse de todo lo que ya no le sirve. Ayúdale con el consumo constante de agua natural (de preferencia a temperatura ambiente) o de infusiones herbales hechas en casa. Esta es una razón más para intentar coordinar este tipo de “retos” en días que no tengas una agenda muy ocupada; quedarte en casa es la mejor opción.
Cuando realizas un programa y estás por terminarlo, una de las cosas más importantes a tomar en cuenta es cómo volverás a la “normalidad”. En el siguiente blog veremos cómo salir de un programa de détox y cómo reintegrar paulatinamente los alimentos que eliminamos durante el mismo. Es vital que hagas este tipo de détox de manera informada y, en la medida de lo posible, con la guía adecuada. Cuentas conmigo para acompañarte en tu camino hacia el bienestar, así que no dudes en contactarme.