Después del Détox
Estas últimas semanas hemos hablado acerca de los programas de détox y su importancia para el óptimo funcionamiento de nuestro cuerpo, así que ahora hablaré de qué es lo que hay que cuidar al finalizar el programa que hayas elegido.
Una de las cosas más importantes es estar bien informado acerca de cómo volver a la “normalidad”, es decir, cómo salir del programa y comenzar a reintegrar los alimentos que eliminaste durante el mismo. Esta es una pieza fundamental del éxito y, sobre todo, es la clave para que después de un tiempo sigas disfrutando de los múltiples beneficios que tiene desintoxicarse.
En caso de que tu programa seleccionado no incluya una etapa de “reintegración post-détox”, te comparto algunos consejos fundamentales:
Entre más días hayas estado en détox, más amplio deberá ser el rango de reincorporación. Tu cuerpo estuvo en pausa un tiempo; lo dejaste descansar mientras dabas mantenimiento al motor, así que esas primeras comidas después del détox serán parte del éxito o fracaso.
No se trata de terminar el programa e inmediatamente ir a atascarnos de todo aquello que no pudimos comer. Si hiciéramos eso, estresaríamos tanto al cuerpo que el esfuerzo realizado se iría a la basura. Empieza integrando alimentos sencillos como verduras cocidas, pescado a la parrilla y algo de fruta como moras, fresas y kiwis. Evita por unos días los lácteos, las carnes rojas, los alimentos ultraprocesados y las bebidas alcohólicas, y ve despacio con la cafeína.
Como resultado del détox, tu organismo absorberá de forma más eficiente y rápida lo que consuma, así que cuida los ingredientes y presta atención a todo lo que comas o bebas. Ve agregando actividad física, de moderada a alta, dependiendo de tus hábitos cotidianos.
Algunos extras que pueden funcionar:
- Si tienes la opción de un masaje linfático, ¡aprovecha! Este es el momento de ayudar a tu cuerpo a eliminar todas las toxinas posibles.
- Vapor y sauna. Puedes complementar tu proceso de forma perfecta con vapor y sauna para impulsar la restauración de tu cuerpo y sus células. Recuerda que la hidratación después de esta práctica es fundamental.
- Cepillado en seco. Cepilla toda tu piel con un cepillo de cerdas naturales en seco; esto ayudará a eliminar células muertas de tu piel, así como a fomentar la circulación y el drenaje linfático —el sistema linfático se encarga de mantener los líquidos corporales en equilibrio y defender al cuerpo de las infecciones.
La intención es que disfrutes el resultado. Quizá el proceso haya tenido sus momentos complicados: aprendiste cómo reacciona tu cuerpo y que su mantenimiento constante es vital. Ahora es tiempo de que aplaudas tu logro y que conectes con cómo se sintió tu cuerpo al sentirse cuidado.
Si algunos de los cambios que tuviste que hacer para lograr un buen détox fueron placenteros y consideras que son fáciles de incluir en tu rutina, ¡hazlo! Ya probaste lo bien que se siente tu cuerpo cuando está más ligero y consume alimentos que lo nutren mejor, así que te invito a que incorpores los hábitos que puedas y que dejes a un lado aquellos que no funcionan en tu estilo de vida saludable.
En resumen, los procesos de desintoxicación son muy buenos y necesarios para nuestro cuerpo, de ahí la importancia que cuidemos todos estos aspectos. Que no te dé pena preguntarle a la persona que prepara los jugos qué ingredientes utiliza, o revisar con lupa lo que incluye un reto de 8 días con menús. Tú mereces siempre lo mejor y la forma en la que priorices tu bienestar tendrá un impacto positivo para ti y para toda la gente que te rodea.
¡Hoy es un buen día para empezar!