¿Debo hacer ejercicio todos los días?
Esta es una pregunta que se repite frecuentemente entre mis clientes, pero entiendo perfectamente que así sea, ya que hemos escuchado diferentes opiniones al respecto a través del tiempo y hoy voy a compartirte la mía.
Es común que pensemos que hacer ejercicio va de la mano con bajar de peso, que ejercitarse implica invertir horas extremas en el gimnasio, sudando, “quemando” o eliminando todo aquello que no queremos en nuestro cuerpo o que tenemos que pagar o ganarnos los “excesos” que tanto nos tientan.
Pero déjame decirte que el ejercicio es algo muy distinto a eso y que no se limita a lo que anteriormente he mencionado. El poder movernos y fortalecer nuestros músculos, mejorar nuestro ritmo cardíaco, aumentar la capacidad pulmonar y liberar nuestra mente son algunas de las maneras en las que el ejercicio beneficia a nuestro organismo.
Sin duda, las personas a quienes les gusta ir al gimnasio o ir a una clase grupal de entrenamiento funcional o HIT lo disfrutan mucho y obtienen todos los beneficios que eso conlleva, pero es importante que las demás personas, nos guste el deporte o no, dejemos de verlo como un castigo o una tortura de la que somos merecedores.
El cuerpo está diseñado para moverse y realizar múltiples funciones. De hecho, muchas de las más básicas están relacionadas con la movilidad, por lo que es primordial que le demos la importancia que merece.
Dedícale de 20 a 30 minutos al día a una actividad que te ayude a moverte más. Bailar, caminar, brincar y correr son algunos ejemplos que te permitirán integrar el ejercicio a tu rutina de forma fácil.