Comer engorda
Uno de los mitos más fuertes de vencer es la idea de que “comer engorda”. Por esta razón, en muchas ocasiones, comemos mal. Ya sea menores cantidades de las adecuadas para nuestro cuerpo, o bien usamos productos que no nos proporcionan los nutrientes necesarios.
Nuestro cuerpo es una máquina perfecta, diseñada para realizar un sinfín de funciones de manera sistemática y coordinada. Para ello, nosotros tenemos el deber de proveer los nutrientes necesarios para que lo pueda realizar.
¿Alguna vez te has dado tiempo de analizar cómo funciona tu cuerpo? Observa cómo reacciona a los alimentos que le proporcionas, siente si te quedas con hambre, o si es una cantidad suficiente.
Es interesante darnos cuenta de que, siendo la comida una de las piezas fundamentales para que nuestro cuerpo pueda vivir, no se nos enseña nada al respecto. Tus hábitos alimenticios son el resultado de lo que te enseñaron en casa, de la cultura, las creencias religiosas, los lugares donde hayas vivido y lo que la industria alimenticia te ha dicho que debes consumir. Pero ¿alguna vez has leído el instructivo de tu cuerpo?
Una de las primeras cosas que trabajamos en los programas de coaching 1:1, es darnos el tiempo de analizar tus hábitos alimenticios y los requerimientos que tu cuerpo tiene. En esa primera etapa vemos, entre otras cosas, qué consumes y en qué horarios. Te sorprendería ver la cantidad de veces que los ajustes necesarios son en su mayoría, aumentar las porciones que comemos.
Muchas veces rechazamos el tema de la alimentación, pues lo asociamos a dietas o programas super restrictivos donde nos limitan el consumo de elementos necesarios para nuestro organismo. Cada cuerpo tiene necesidades diferentes y reacciona de diversas maneras a lo que comemos. Es por eso por lo que la “dieta de moda” puede ser muy efectiva para algunos, pero cuando tú la has intentado sientes que no fue igual. Y te das cuenta de que la “promesa” de llegar a tu peso ideal en 21 días no fue así y, por ende, en la mayoría de los casos lo único que quieres es evitar el tema por completo.
Date la oportunidad de conocer mejor a tu cuerpo y los requerimientos que tiene. Observa qué lo nutre y cuáles serían las cantidades adecuadas de alimentos que debes consumir diariamente. No lo veas como calorías que requieres diariamente, más bien introduce alimentos que realmente sean nutritivos. Analiza dónde estás y cuáles son tus objetivos de salud, y cómo te quieres sentir.
Recuerda que siempre estás a una decisión de un estilo de vida diferente. Te mereces una vida saludable y sentirte bien.
¡Hoy es un buen día para empezar!