Para muchos, el Año Nuevo está asociado con hacer una lista de propósitos o resoluciones, incluyendo esas cosas que queremos cambiar en nosotros mismos en el año que está por comenzar. En el blog pasado te conté que esta es una práctica con la que yo no me identifico y, en respuesta, algunos de ustedes preguntaron cuáles serían otras prácticas que se podrían implementar. Con base en mi experiencia, en lugar de hacer resoluciones o propósitos este año, te invito a establecer intenciones.
Los propósitos tienden a destacar lo que falta en tu vida y aquello que quieres arreglar. A menudo son medibles, claramente definidos y pueden causar pensamientos negativos sobre tu estilo de vida actual. Los propósitos también se caracterizan por ser rígidos (con poca flexibilidad) y eso puede destinarte al fracaso.