Mi lista negra de productos a evitar

En varias ocasiones hemos tocado el tema de lo confuso que puede ser que algunos productos se anuncien como saludables cuando, en realidad, son todo lo contrario. La idea no es satanizar el consumo de ningún producto, pero sí considero importante compartir contigo aquellos que forman parte de mi lista negra.

A estas alturas, considero que los refrescos (en cualquiera de sus versiones, incluyendo light, zero, etc.), así como los productos ultraprocesados (como los gansitos, los pingüinos, las mantecadas, doritos, cheetos, etc.), no necesitan ser mencionados porque ya ha quedado muy claro anteriormente que ninguna de sus versiones son productos adecuados. Estos productos no son alimentos, sino todo lo contrario; la mayoría son mezclas de azúcar, grasas, sal y químicos que solamente aumentan tu adicción por el azúcar y que finalmente causan daños mayores dentro del organismo.

No hay emociones equivocadas

Al final del artículo de la semana pasada escribí que no hay sentimientos equivocados. Esta línea resonó en muchos de ustedes, e incluso algunos enviaron comentarios al respecto, así que, antes de seguir, quiero darles las gracias por leerme y compartir conmigo sus inquietudes. Me siento cada día más agradecida con la comunidad de bienestar que hemos formado.

Ahora, ¿a qué me refería con esas palabras?

Encontrando el punto de balance en tus emociones

Nuestro camino hacia el bienestar está lleno de emociones. Algunas de ellas son desconocidas, pero muchas otras son sentimientos que conocemos de sobra y que sabemos identificar muy bien.

Estos son algunos consejos para identificar mejor tu emoción y buscar ese punto de balance que ayudará a evitar que te sientas abrumado.

  1. Siente la emoción. Nota las sensaciones físicas que provoca; es decir, observa con atención la reacción de la emoción en tu cuerpo. Todas las emociones tienen su representación fisiológica. A veces con solo poner atención a estas reacciones es suficiente para que se calmen. Algunos ejemplos de estas reacciones son sentirse agitado, presentar temblor en las manos o cambios en la respiración, entre muchas otras.

Identificando mis emociones

No sé ustedes, pero hay días en los que estoy muy lejos de sentirme al cien. Identificar la emoción que esto despierta en mí —y si esta es negativa o positiva— me cuesta trabajo. Hace unos días escuché uno de mis podcasts favoritos donde hablaban precisamente de ponerle nombre a las emociones. Desafortunadamente vivimos en una cultura donde se nos enseñó que expresarnos no es adecuado y que puede ser una muestra de debilidad, así que, por consecuencia, identificar nuestras emociones puede convertirse en una tarea complicada.

Experimentar y expresar las emociones es una parte integral de la vida. Sin embargo, para muchas personas, las emociones son misteriosas, confusas y difíciles de expresar. A nadie se le da un libro de reglas emocionales; sin embargo, la sociedad, la comunidad, la cultura y el contexto tienen reglas no escritas sobre cómo y cuándo se nos permite sentir y expresar dichos sentimientos.

Ir al supermercado

Muchos de ustedes han mostrado interés en saber qué comprar en el supermercado, cómo encontrar los productos que son adecuados para un estilo de vida saludable y, sobre todo, qué productos sería mejor evitar.

Curiosamente, ir a hacer la compra es una actividad que muchas personas disfrutan muy poco. Por ejemplo, hay personas que prefieren entrar y salir del supermercado lo mas rápido posible debido a sus complicados horarios de trabajo. Asimismo, como resultado de la situación actual y del uso de herramientas en línea (que son muy prácticas), hay quienes hacen sus compras a través de una aplicación; de esta forma, sus compras son enviadas a domicilio, o pueden pasar por ellas sin tener que entrar a la tienda.