Ir al supermercado
Muchos de ustedes han mostrado interés en saber qué comprar en el supermercado, cómo encontrar los productos que son adecuados para un estilo de vida saludable y, sobre todo, qué productos sería mejor evitar.
Curiosamente, ir a hacer la compra es una actividad que muchas personas disfrutan muy poco. Por ejemplo, hay personas que prefieren entrar y salir del supermercado lo mas rápido posible debido a sus complicados horarios de trabajo. Asimismo, como resultado de la situación actual y del uso de herramientas en línea (que son muy prácticas), hay quienes hacen sus compras a través de una aplicación; de esta forma, sus compras son enviadas a domicilio, o pueden pasar por ellas sin tener que entrar a la tienda.
Tomando en cuenta lo anterior, y como parte de los consejos iniciales que brindo a los clientes cuando empiezan a hacer cambios y ajustes en su estilo de vida, te sugiero que te des la oportunidad de probar cosas nuevas y cuestionar los productos que normalmente consumes.
Ya hemos hablado de la importancia de leer las etiquetas de los productos que consumimos de manera cotidiana, pero la tarea no acaba ahí: una vez que comencemos a entender el impacto que ciertos ingredientes tienen en nuestra salud, será importante darnos el tiempo de confirmar si lo que estamos comprando nos ayuda al logro de nuestros objetivos.
Muchos de los productos que compramos son resultado de la mercadotecnia, mientras otros son el resultado de la costumbre o la practicidad —ya sea porque son los que compraba tu familia, o porque creciste viéndolos y prefieres irte directo a lo ya conocido. Ten esto en mente al escoger lo que lleves a casa. Lo que forme parte de tu alacena será una de las herramientas más grandes para sostener tu estilo de vida saludable.
No se trata de que tires todo lo que tienes de un día para otro con la idea de que todo se resolverá con introducir nuevos productos que entran en la premisa de “saludables”. Te recomiendo que los cambios sean paulatinos y que te des la oportunidad de probar alimentos distintos. Te sorprendería la cantidad de sabores deliciosos que puedes descubrir con solo atreverte a probar algo nuevo, como un pan elaborado con mejores ingredientes, o ese cereal que no es únicamente azúcar.
¿Cómo debo hacer estos ajustes?
Te recomiendo que, por semana o por mes, escojas uno de los productos que compras con frecuencia y lo evalúes para confirmar si es el adecuado para tu estilo de vida saludable. Lee la etiqueta, revisa los ingredientes y, si hay alguno que no conoces, date el tiempo de investigar más. Sé que puede parecer exagerado, pero tomar conciencia de lo que consumes te ayudará a tomar mejores decisiones.
¿Por qué compras lo que compras?
Costumbre, sabor, precio o marca: los motivos pueden ser muchos. Para mí, esta es una área muy interesante. Si pones atención a tus patrones de compra, te darás cuenta de que normalmente adquieres los mismos productos y que la lista no es muy grande, así que, si pensabas que esta sería una labor enorme, te sorprenderá darte cuenta que no lo es y que solamente tienes que analizar aproximadamente 10 productos.
¿Con qué frecuencia lo utilizas, en qué momento y qué tan primordial es?
Algunos productos están siempre presentes en nuestra despensa, pero no son realmente de consumo diario. Cuando analices dichos productos, decide cuánto quieres gastar en ellos. Tenemos la idea de que lo saludable cuesta más caro, y en algunos casos es cierto: la opción adecuada suele ser más cara que el promedio. A veces, los procesos de elaboración y los ingredientes de mayor calidad vuelven al producto más caro; sin embargo, al analizar tus patrones de consumo, podrás decidir en qué áreas sería mejor gastar un poco más, qué puedes sustituir, y qué productos no son tan indispensables.
Piensa también en qué es lo más práctico para ti y en los hábitos que ya tienes. Por ejemplo, si sueles prepararte un sándwich para desayunar y eso es lo que acostumbras, cambiar a un desayuno más elaborado no será lo más funcional, o por lo menos no todos los días. Complicarte las mañanas podría hacerte desistir y regresar a lo anterior. Sin embargo, si sustituyes algunos ingredientes que utilizas para la preparación del sándwich, habrás incorporado los alimentos que sí entran en tu estilo de vida saludable sin haberte complicado. Un paso a la vez.
Siempre busca la mejor opción posible dentro de la variedad de productos que consumes. Recuerda que cuidarte y ser consciente de lo que compras es tu responsabilidad y tu salud depende de ello.