Dormir bien - 1ra parte
Dentro de las cosas que tienen un gran impacto en nuestra salud y nuestro bienestar se encuentran la calidad y las horas de sueño. Poder descansar, y darle así a nuestro cuerpo sus horas necesarias, es un factor primordial para que nuestro organismo pueda recuperarse óptimamente y para que pueda realizar gran parte de los procesos que suceden durante el sueño.
Mientras dormimos, nuestro cuerpo se regenera y descansa de las actividades diarias. Algunas de las más grandes tareas que realiza son la limpieza y la desintoxicación del organismo. Imagina que tienes una lavadora y que, en lugar de darle el tiempo adecuado para que realice el ciclo de lavado completo, la “programas” para que lo haga en menos tiempo, o bien, con interrupciones constantes durante la duración del mismo. Que hagas esto de vez en cuando puede funcionar, pero si lo haces de forma constante, ¿Cómo crees que estaría la ropa que está lavando?
Otras importantes actividades que realiza nuestro cuerpo mientras dormimos son:
Producir la consolidación de la memoria, lo que permite la formación y el almacenamiento de nuevos recuerdos, esenciales para aprender nueva información.
Producir las hormonas que ayudan a regular el control del apetito, estrés, crecimiento, metabolismo, y otras funciones corporales.
Promover la recuperación y el descanso de los órganos internos. La reparación de tejidos, el crecimiento muscular, y la síntesis de proteínas ocurren principalmente durante el sueño.
Nuestra vida social y la actividad del día a día han “normalizado” el dormir pocas horas. Justificamos que descansar no es realmente importante y, en muchas ocasiones, no sabemos qué impacto tiene esto en nuestra salud. Algo que a veces decimos al excusarnos es: “ya después recuperaré mis horas de sueño”, pero nuestro cuerpo no funciona así. Claro que un día de darle más horas de sueño de mayor calidad le ayudarán, pero el cuerpo no trabaja como una chequera con saldo a favor o en contra, así que “abonarle” horas de sueño para compensar las semanas o meses —si, ¡meses!— de no haber dormido bien es imposible.
La calidad de sueño y su importancia en nuestro bienestar es un tema extenso, por lo tanto, hablaremos de ello en una serie de artículos. De esta forma, podrás entender mejor su impacto, sus efectos y, sobre todo, podrás hacerte de herramientas que te ayuden a mejorar en esta área.
Inicia con observar tus patrones de sueño, por ejemplo, cuántas horas duermes al día, o si te desvelas por las noches. Analiza si eres de los que cenan comida pesada antes de dormir y la frecuencia con que lo haces, o si te levantas por las noches a comer algo. Observa también si pasas largas horas de insomnio constantemente; si te duermes y despiertas a horas similares todos los días, o si despiertas de forma natural o con ayuda del despertador.
Al despertar, ¿te sientes descansado?, ¿usas algún tipo de ayuda para poder dormir? Todo este análisis te ayudará a conocerte mejor y a tomar cartas en el asunto.
Para aprender más acerca de los beneficios de dormir bien, así como los efectos de no hacerlo, espera la segunda parte de esta serie de artículos. Asimismo, para que tu sueño se beneficie al máximo, te invito a que empieces a hacer tu análisis personal hoy mismo, tomando en cuenta los puntos sugeridos. Recuerda que:
¡Hoy es un buen día para empezar!
