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¿Qué aceites no son saludables para consumir?

La pregunta del mes:

Hace unas semanas tocamos el tema de las grasas y mencionamos el papel que estas juegan en múltiples funciones de nuestro cuerpo. También hicimos énfasis en que no todas las grasas son buenas para el organismo. Debido a esa publicación, muchos de ustedes me pidieron una lista específica de qué aceites no son adecuados a la hora de cocinar.

Como antecedente, quiero contarles sobre su producción. Los aceites vegetales son extraídos utilizando procesos industriales que incluyen presión, químicos y calentamiento de las semillas, lo que cambia su composición. Muchos se crean al modificar plantas genéticamente, las cuales, en su mayoría, son fáciles de cultivar y de producir a bajo costo.

Los “saborizantes naturales” y sus efectos en nuestro cuerpo

El día de hoy quiero tocar un tema que personalmente considero frustrante; me refiero al uso de palabras o leyendas engañosas en los productos que consumimos, o bien, de palabras que sirven para disfrazar los químicos e ingredientes nocivos que están presentes en muchos alimentos supuestamente saludables.

Esta práctica deriva en que, si no revisamos a detalle las etiquetas de estos alimentos o nos damos el tiempo de analizar lo que contienen, podemos caer fácilmente en la trampa de creer que son buenos, cuando en realidad estamos consumiendo algo que conscientemente nunca elegiríamos.

En esta ocasión hablaremos especialmente de los “saborizantes naturales”. No dejes que el término "natural" te engañe; los “sabores naturales” contienen glutamato monosódico o MSG, por sus siglas en inglés. Este término es un gran engaño en la medicina alternativa, tanto en los suplementos como en los alimentos naturales.

Restricciones y regulaciones de las etiquetas

Cuando tienes un alimento empacado en tus manos, hay diferentes cosas a tomar en cuenta para entender bien qué es lo que contiene. En México, las autoridades competentes han puesto en marcha medidas para dar a conocer los ingredientes de un producto por medio de tablas nutrimentales, sellos de advertencia y leyendas precautorias, con ciertas restricciones y regulaciones.

Los elementos que analizaremos hoy actúan como un complemento del etiquetado que ya conoces, y tienen un gran impacto en nuestra salud. Te explicaré de qué se tratan:

¿Por qué es tan relevante analizar la tabla nutricional?

Como ya bien sabes, una de las prácticas más poderosas a la hora de tomar el control de nuestra alimentación es leer y entender de forma integral la información descrita en las etiquetas de los productos que consumimos.

Siendo honesta, la tabla nutricional no siempre es fácil de entender. Lamentablemente, muchas empresas alimenticias hacen que las etiquetas sean un tanto confusas para que nosotros, los consumidores, pensemos que lo que estamos adquiriendo es lo adecuado.

La información que debemos encontrar en la mayoría de los alimentos empacados en nuestro país, tanto en la tabla de valores nutricionales como en el listado completo de los ingredientes, está regulado por la norma oficial mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010 (“especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados - información comercial y sanitaria”), con la que se insta a los fabricantes a que sus productos sean de buena calidad.

Mi lista negra de productos a evitar

En varias ocasiones hemos tocado el tema de lo confuso que puede ser que algunos productos se anuncien como saludables cuando, en realidad, son todo lo contrario. La idea no es satanizar el consumo de ningún producto, pero sí considero importante compartir contigo aquellos que forman parte de mi lista negra.

A estas alturas, considero que los refrescos (en cualquiera de sus versiones, incluyendo light, zero, etc.), así como los productos ultraprocesados (como los gansitos, los pingüinos, las mantecadas, doritos, cheetos, etc.), no necesitan ser mencionados porque ya ha quedado muy claro anteriormente que ninguna de sus versiones son productos adecuados. Estos productos no son alimentos, sino todo lo contrario; la mayoría son mezclas de azúcar, grasas, sal y químicos que solamente aumentan tu adicción por el azúcar y que finalmente causan daños mayores dentro del organismo.