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Los diez mejores alimentos para el cerebro

Uno de los temas de salud que más se mencionan actualmente es la importancia de nuestra salud mental y el impacto que esta tiene en nuestro día a día, por lo que hoy comparto contigo los alimentos que considero fundamentales para el correcto funcionamiento de nuestro cerebro.

  • Aguacates: aportan grasas monoinsaturadas, que ayudan a mantener un flujo sanguíneo saludable.

  • Arándanos: protegen a tu cerebro del estrés oxidativo y reducen los efectos del envejecimiento cerebral. También hay estudios que demuestran que pueden ayudar con la memoria.

Mis consejos para equilibrar el azúcar en la sangre

Hay varias cosas que podemos hacer para estabilizar el nivel de azúcar en la sangre y, a su vez, mejorar la salud. Como ya hemos aprendido durante estas semanas, en las que hemos ahondado más en este tema, lo primordial es que esto se vuelva tu estilo de vida y no que sea algo que modifiques solo por un día o una semana y aun así esperar resultados duraderos. Para ayudar a prevenir la diabetes y otros problemas de salud, es importante hacer modificaciones a largo plazo que prioricen tanto la dieta como el ejercicio.

La buena noticia, sin duda, es que muchas de las afecciones pueden revertirse o mantenerse en un nivel controlado si aprendes a llevar un estilo de vida enfocado en evitar los consumos excesivos e innecesarios del azúcar.

Estos son algunos de mis consejos para lograrlo:

Los factores que influyen en el azúcar en la sangre

Para muchos, el hablar de la presencia del azúcar en la sangre puede ser sinónimo de consumir azúcar simple o golosinas, pero, en realidad, el nivel de glucosa puede verse afectado por varios factores, así que el día de hoy veremos uno por uno para un mejor entendimiento.

LA DIETA

Cuando consumes carbohidratos simples, como el azúcar de mesa o los productos elaborados con harina refinada, estos se convierten rápidamente en azúcar en la sangre. Con el tiempo, el exceso en la ingesta de estos carbohidratos puede descarrilar la insulina saludable y la regulación de la glucosa, lo que lleva a problemas como la diabetes tipo 2.

De la misma manera, cuando comes demasiada azúcar, obligas al cuerpo a trabajar más duro para encontrar el equilibrio. Los carbohidratos complejos, como las leguminosas, las verduras y las frutas, también son fuentes de azúcar en la sangre, pero, a diferencia de los simples, estos aportan fibra natural, lo que ralentiza la digestión de los hidratos de carbono y la posterior liberación de azúcar en sangre.

¿Cómo funciona el azúcar en nuestro cuerpo?

La semana pasada, después de hablar acerca del consumo del azúcar en nuestro artículo anterior, surgieron varias preguntas e inquietudes de parte de ustedes, por lo que hoy quisiera compartirte más información sobre el impacto que esta sustancia tiene en nuestro bienestar.

Como antecedente, el azúcar en la sangre, conocido como glucosa, es el combustible que mantiene vivas nuestras células y su funcionamiento. Esta proviene de todo tipo de hidratos de carbono (o carbohidratos), como el azúcar simple (por ejemplo, el azúcar de mesa, la miel de abeja, las frutas y las verduras) y de los carbohidratos complejos, como los granos, las leguminosas y las harinas; incluso una pequeña cantidad de las proteínas y las grasas que comemos se convierte en glucosa.

La mayoría de los tejidos prefieren la glucosa como combustible, sin embargo, como algunos de ustedes ya saben (especialmente quienes siguen alimentaciones bajas en carbohidratos, como la dieta cetogénica o keto), el cuerpo tiene la capacidad de obtener energía por medio de la quema de grasa o de carbohidratos, pero la realidad es que prefiere quemar carbohidratos. Por ponerlo de una forma muy simple, el usar carbohidratos le resulta más sencillo.

Qué hacer cuando sientes que la vida te sobrepasa

No sé si conoces esta sensación, pero muchas personas tienen días en los que sienten como si todo fuera demasiado; en los que llegan a ese punto en el que pareciera que todo está a punto de desbordarse; en los que la vida les sobrepasa y encuentran difícil regresar al centro.

Me queda claro que esta acumulación de estrés, ansiedad, situaciones que nos rebasan y sentimientos que nos hacen confrontarnos y reevaluar nuestras prioridades no es algo que sucede de un día para otro; es un cúmulo de cosas que tal vez en un momento dado no sabemos manejar y que, por llamarlo de alguna forma, se sale de control.

Conforme vamos trabajando en ser más conscientes de nuestros detonantes, patrones, estilo de vida y de esos estresores que nos impactan, es común tener más momentos en los que nos sentimos al límite. Pero, ¿por qué pasa esto? Pues porque en lugar de ignorarlo, taparlo o no entenderlo, aprendes a reconocerlo y, en consecuencia, se vuelve más complejo no verlo, no sentirlo y no hacer nada al respecto.