Qué hacer cuando sientes que la vida te sobrepasa
No sé si conoces esta sensación, pero muchas personas tienen días en los que sienten como si todo fuera demasiado; en los que llegan a ese punto en el que pareciera que todo está a punto de desbordarse; en los que la vida les sobrepasa y encuentran difícil regresar al centro.
Me queda claro que esta acumulación de estrés, ansiedad, situaciones que nos rebasan y sentimientos que nos hacen confrontarnos y reevaluar nuestras prioridades no es algo que sucede de un día para otro; es un cúmulo de cosas que tal vez en un momento dado no sabemos manejar y que, por llamarlo de alguna forma, se sale de control.
Conforme vamos trabajando en ser más conscientes de nuestros detonantes, patrones, estilo de vida y de esos estresores que nos impactan, es común tener más momentos en los que nos sentimos al límite. Pero, ¿por qué pasa esto? Pues porque en lugar de ignorarlo, taparlo o no entenderlo, aprendes a reconocerlo y, en consecuencia, se vuelve más complejo no verlo, no sentirlo y no hacer nada al respecto.
Nuestra salud emocional es una de las áreas más grandes dentro del bienestar, por lo que integrar acciones en nuestros hábitos y estilo de vida que nos ayuden a regularla, regresar a nuestro centro y estar en paz y tranquilos, será una pieza clave en nuestro balance.
Hoy te comparto algunas sugerencias para nutrir tu sistema nervioso, las cuales pueden ayudarte a nivelarte en esos momentos en los que te sientes en caos:
Tómate un tiempo lejos de los dispositivos digitales. Las redes sociales, los mensajes, los chats, etc., son detonadores de ansiedad y de emociones.
Mantente hidratado. El cuerpo y el cerebro funcionan mejor cuando cuentan con los niveles adecuados de hidratación, incluyendo los minerales que esta te aporta.
Reduce la cafeína y el azúcar.
Toma descansos regulares. Caminar unos minutos al aire libre o incluso salir de tu oficina un instante a respirar profundo y levantar los brazos ayuda a relajarte.
Prioriza el descanso, el sueño y las siestas.
Come alimentos ricos en nutrientes.
Toma un poco de aire fresco. Si tienes oportunidad de caminar en un parque, playa o jardín, ayudarás a tu cerebro y a tu cuerpo a oxigenarse mejor.
Conecta con aquellas personas que alegran tu corazón.
Tómate algunos momentos de atención plena.
Haz una pausa, ¡permítetelo!
Mueve suavemente tu cuerpo.
Observa tu respiración; muchas veces notarás que está agitada, cortada o contenida. Respira profundo, inhala y exhala, sosteniendo tu respiración unos segundos. Eso siempre ayuda.
Recuerda hablarte amablemente a ti mismo.
Espero que estos consejos te sean de gran ayuda. Por ahora, te dejo con esta pregunta para reflexionar: ¿qué crees tú que necesita tu sistema nervioso el día de hoy? Identificar esto es un buen primer paso.