La dieta Paleo

En el blog de la semana pasada mencioné este tipo de alimentación y recibí varias preguntas solicitándome más detalles al respecto, así que hoy te platicaré más sobre este estilo de vida.

La dieta paleolítica, también conocida como dieta Paleo o primal, tiene sus raíces en la creencia de que apegarse a los alimentos que nuestros antepasados cavernícolas habrían comido conduce a una salud óptima. Esto incluye el consumo de carne, pescado, verduras, frutas silvestres, huevos, nueces y más.

El objetivo del enfoque Paleo es consumir aquellos alimentos que los hombres de las cavernas consumían hace millones de años, antes del cultivo de granos y legumbres, y mucho antes de la invención de los alimentos procesados y envasados. Según los defensores de la dieta Paleo, si un hombre de las cavernas no comía cierto alimento, entonces la gente moderna tampoco debería comerlo.

¿Cómo nos relacionamos con la comida?

Ya hemos platicado de la importancia de observar nuestros hábitos alimenticios. Gran parte de la conexión que creamos con la comida está relacionada con nuestras emociones y sentimientos. Cuando comemos o buscamos ciertos alimentos, no solo estamos buscando alimentar nuestro cuerpo para que pueda realizar sus funciones, sino que, al mismo tiempo, buscamos o incluso necesitamos el “confort” y el alivio que ciertos alimentos o productos nos proporcionan.

Esta conexión se genera en nuestro cerebro y sistema nervioso desde que somos pequeños; de una u otra manera, la comida ha formado parte de nuestro círculo vital y de cómo nos relacionamos con las emociones. Por lo tanto, tomar conciencia de estos comportamientos —es decir, los pensamientos y emociones que engloban—, nos ayuda a distinguir patrones de alimentación, a poder analizar y detectar hábitos no alineados con nuestro objetivo de bienestar, y a desarrollar una relación más consciente tanto con la comida como con uno mismo.

Ayuno intermitente - preguntas frecuentes

Hace unos días, en una reunión, surgió el tema del Ayuno Intermitente y sus beneficios. Este es un tema que hemos tocado en varias ocasiones, y una práctica que recomiendo en gran medida. Por eso mismo, considero que vale la pena reforzar algunos puntos que tal vez no quedaron claros anteriormente.

Antes de seguir, me gustaría invitarte a que leas los artículos que tenemos en este blog sobre dicho tema porque seguramente te servirán de guía. Recuerda que también puedes agendar una cita para aclarar tus dudas y, sobre todo, entender tus requerimientos personales, qué es lo que funciona para ti y cuál es tu situación de salud actual.

¿Cuál es la dieta más efectiva y la que más recomiendo?

¿Cuál es la dieta más efectiva y la que más recomiendo?

La respuesta más corta: ninguna. No me gustan las dietas de la forma en la que han sido comercializadas. Muchas de ellas tienen como único propósito causar una pérdida de peso por medio de la restricción de alimentos —prohibidos, durante el tiempo que te “sometes” a la dieta de tu elección. En el mejor de los casos, y si tu organismo reacciona bien, quizás logres tu objetivo de reducir unos cuantos kilos, pero el verdadero reto viene a la hora de terminarla.

Ojalá se nos enseñara a comer alimentos reales, entender cómo funciona nuestro organismo, ver a los alimentos como la forma en la que nuestro cuerpo va a poder desempeñarse de manera óptima, y no etiquetar esos alimentos que son nutritivos y adecuados para nuestra salud como “un castigo”.

Rómpase en caso de emergencia

Hace unos días, durante un vuelo, escuché a la sobrecargo explicarle a los pasajeros que estaban sentados en las salidas de emergencia todas las funciones que deberían realizar en caso de ser necesario.

Pensé en mi red de soporte; en esas personas que forman parte de mi vida y que siempre están ahí para mí. Ellos son a quienes sé que puedo acudir cuando el vuelo se torna turbulento, o cuando hay momentos de dudas, miedos, o sentimientos de vulnerabilidad. Son también un espacio seguro donde puedo compartir lo que sea y ser genuinamente yo misma, sin sentirme amenazada, juzgada o con miedo a ser rechazada.

Me considero afortunada porque, muchos de ellos, son como un paracaídas que amortigua la caída. Son verdaderos salvavidas, en toda la extensión de la palabra. También pensé en lo importante que es que ellos sepan que lo son y que, de cierta forma, estén de acuerdo en serlo. Llegué a la importante conclusión de que su existencia es primordial en la mía.

La dieta mediterránea

Hace unos días me preguntaron qué opino de la dieta mediterránea, así que te platicaré al respecto.

La dieta mediterránea es considerada por algunos una de las formas más saludables de comer en el mundo. Más allá de un enfoque dietético, se trata de un estilo de vida que pertenece a las antiguas costumbres y los patrones dietéticos que han existido en la región mediterránea durante miles de años.

Parte de las regiones conocidas como “zonas azules”, que son comunidades localizadas en diferentes partes del mundo (Cerdeña, Italia, Okinawa, Japón, Nicoya, Costa Rica), han coincidido en varios factores de su alimentación y estilo de vida; esto ha dado como resultado comunidades con las personas más longevas del mundo, quienes han mantenido un estado de salud y bienestar óptimo y han alcanzado una edad mayor a los 100 años.