¿Cómo elegir la proteína en polvo correcta para mí?

Seleccionar la proteína en polvo ideal puede parecer difícil. Sin embargo, comprender tus necesidades individuales de salud hará más fácil tu elección.

- Conociendo la proteína

La proteína es un macronutriente esencial para el desarrollo y la reparación muscular, y las fórmulas en polvo son una de las formas más populares y convenientes de obtenerlo. Pero, como vimos en el artículo anterior, tienes que tomar en cuenta que no todas las proteínas en polvo son iguales. Por lo general hay tres principales tipos de proteínas: Whey (suero de leche), la caseína y la de origen Vegetal.

La proteína Whey se absorbe rápidamente, lo que lo hace ideal para después del ejercicio. A diferencia, la caseína se digiere más lentamente, por lo que es mejor tomarla antes de acostarse. Las proteínas vegetales, por otro lado, son una excelente opción para aquellos que siguen una dieta basada en plantas.

¿Qué beneficios tienen los licuados de proteína en polvo?

Consumir licuados de proteína es un tema que ya hemos tocado varias veces, pero también es uno que constantemente genera dudas, como cuáles son las ventajas de hacerlo, o si realmente son un apoyo para nuestro estilo de vida saludable.

En respuesta, creo que uno de los muchos beneficios de incorporar esta opción a nuestro día a día es lo práctico y fácil que es preparar esta bebida. Es una opción segura que permite sustituir cualquier alimento del día, tanto después de un entrenamiento como en esos momentos en los que tienes hambre, pero no tienes tiempo de prepararte algo y prefieres darle algo nutritivo a tu organismo en lugar de comprar algo en la máquina dispensadora.

También es una forma práctica de incluir una buena cantidad de nutrientes en una sola mezcla, lo que en ocasiones es complicado lograr.

Como ya sabes, el consumo de proteína en nuestro día a día es una prioridad, por lo que introducir un licuado puede añadirle de 20 a 30 gramos de proteína en una sola porción, garantizando así tu objetivo diario.

Nuestro crecimiento personal

Hace unos días, al analizar una etapa no muy lejana de mi vida, puse en perspectiva cómo era yo en ese momento y cómo me siento hoy. Muchas veces pensamos que nuestra evolución y nuestro crecimiento no son algo notorio, ya sea porque quizás no estamos en nuestro “ideal” o porque no hemos llegado a ese momento en el que creemos que podemos decir que verdaderamente hemos evolucionado.

Sin embargo, la oportunidad que he tenido en las últimas semanas de ver en perspectiva esa determinada etapa en comparación con mi actualidad me ha permitido confirmar y valorar muchas áreas de mi crecimiento personal. Es como verse a través de una lente que no sabías que estaba ahí, sopesando el gran impacto que tienen dichas áreas en lo que hoy son prioridades y todo lo que el bienestar conlleva.

Hoy te comparto diez puntos que pueden ayudarte a darte cuenta de las cosas que tu proceso de evolución ha ido impactando:

Acciones por el bienestar de nuestro planeta

El Día de la Tierra no se trata de política, ni de nuestra opinión sobre el calentamiento global, ni de nuestra preferencia o aversión hacia las diferentes tendencias o modas sobre este tema. Para mí, el Día de la Tierra es, una celebración, sí, pero también una gran oportunidad para hacer un balance de mis hábitos diarios y su impacto en el planeta.

Este año quiero compartirte un recordatorio práctico de pasos muy básicos que todos deberíamos de seguir para reducir nuestros desechos y nuestra carga tóxica. Echa un vistazo a la lista, pregúntate si te has saltado alguno de los conceptos básicos y haz un esfuerzo por hacer el cambio.

Un recordatorio para ser más consciente de cómo te sientes a lo largo del día

Una práctica que aplico constantemente en mi vida es realizar una revisión honesta para detectar esos patrones de conductas o situaciones que impactan mi bienestar. Mi consejo al llevar a cabo esta práctica es que te observes sin juicio y que recuerdes que no se trata de ponerse en el papel de víctima, sino más bien de mantener una mente abierta y curiosa y plantearte preguntas como “¿cómo puedo marcar la diferencia?”, o “¿cómo puedo asegurarme de que mi vida se sienta más intencional?”