Nuestro crecimiento personal
Hace unos días, al analizar una etapa no muy lejana de mi vida, puse en perspectiva cómo era yo en ese momento y cómo me siento hoy. Muchas veces pensamos que nuestra evolución y nuestro crecimiento no son algo notorio, ya sea porque quizás no estamos en nuestro “ideal” o porque no hemos llegado a ese momento en el que creemos que podemos decir que verdaderamente hemos evolucionado.
Sin embargo, la oportunidad que he tenido en las últimas semanas de ver en perspectiva esa determinada etapa en comparación con mi actualidad me ha permitido confirmar y valorar muchas áreas de mi crecimiento personal. Es como verse a través de una lente que no sabías que estaba ahí, sopesando el gran impacto que tienen dichas áreas en lo que hoy son prioridades y todo lo que el bienestar conlleva.
Hoy te comparto diez puntos que pueden ayudarte a darte cuenta de las cosas que tu proceso de evolución ha ido impactando:
Eres capaz de ver tu progreso. Verte en perspectiva, tanto lo que eres ahora como esa versión que ya no resuena contigo.
Comunicas tus necesidades. Expresarte claramente y con la confianza de que mereces ser tu prioridad.
Ves tu propio valor.
Tus relaciones se sienten menos basadas en el drama. Creo que esto es algo con lo que me siento identificada y lo considero un punto no negociable: no necesito drama en mi vida.
Tu sistema nervioso se siente menos activado. No digo que los detonantes no existan; no es que deje de haberlos o que evites las situaciones que los detonen, sino más bien que ahora te enganchas menos y que ya no reaccionas como esa versión anterior tuya lo hacía.
Puedes decir NO sin sentimientos de culpa. Poner límites sanos porque eso es lo que para ti funciona.
Encuentras alegría/satisfacción/tranquilidad en las cosas simples. ¿Mi favorita? Ver la luna y las estrellas… es mágico.
Te encuentras haciendo menos comparaciones.
Puedes pedir ayuda cuando la necesitas. No eres menos ni te hace débil el pedir ayuda, al contrario: mostrarnos vulnerables es de las partes más increíbles de este crecimiento y desarrollo personal.
Te sientes tranquilo y seguro de ti mismo.
A veces no vemos nuestro crecimiento hasta que nos tomamos un momento para reflexionar, así que, cuéntame, ¿qué añadirías tú a esta lista?
