Ya son 200

Pues sí, hoy quiero contarles que este es el artículo número 200 de nuestro blog y lo feliz que me siento de poder celebrarlo juntos. Llevamos cerca de 4 años ininterrumpidos compartiendo información y acompañándonos en nuestro estilo de vida saludable, así que quiero darte las gracias por leerme y por ser mi más grande motivación. Semana tras semana, tú me inspiras a escribir algo en lo que dedicarás tiempo a ti mismo, con información y herramientas que te serán de utilidad.

Cuando inicié este proyecto, nunca imaginé que esta sería una parte de mi día a día que disfruto tanto, desde el proceso de pensar sobre qué tema hablaré hasta el cómo hacerlo siempre de fácil acceso para todos.

Sé que lo sabes, pero la mayoría de los temas que comparto están inspirados en ti que me lees, en las preguntas que recibo de cualquiera de mis clientes en nuestras sesiones, o en alguna reunión. A veces una plática, un comportamiento en el supermercado, una frase o una experiencia propia puede ser el motor perfecto para compartir ese tema que te inquieta o que te servirá para tomar el control de tu bienestar.

Consejos y precauciones al usar la proteína en polvo

En el camino hacia una mejor salud y condición física, cada pequeño paso cuenta. Es por eso que, al integrar la proteína en polvo a tu dieta diaria, es indispensable tomarte el tiempo de elegir la que te llevará en la dirección correcta, considerando los factores que te comparto a continuación.

Precauciones

Optimizar tu rendimiento físico y tu salud no tiene que ser complicado, pero sí es importante tener cuidado al elegir una proteína en polvo. Asegurarte de incorporarla adecuadamente en tu dieta puede ser la diferencia entre obtener los resultados que buscas o enfrentar problemas de salud no deseados.

En primer lugar, siempre debes consultar a un profesional de la salud antes de empezar su consumo. Aunque estos productos están diseñados para ser seguros y eficientes, cada cuerpo es diferente y puede reaccionar de distintas formas.

¿Cómo elegir la proteína en polvo correcta para mí?

Seleccionar la proteína en polvo ideal puede parecer difícil. Sin embargo, comprender tus necesidades individuales de salud hará más fácil tu elección.

- Conociendo la proteína

La proteína es un macronutriente esencial para el desarrollo y la reparación muscular, y las fórmulas en polvo son una de las formas más populares y convenientes de obtenerlo. Pero, como vimos en el artículo anterior, tienes que tomar en cuenta que no todas las proteínas en polvo son iguales. Por lo general hay tres principales tipos de proteínas: Whey (suero de leche), la caseína y la de origen Vegetal.

La proteína Whey se absorbe rápidamente, lo que lo hace ideal para después del ejercicio. A diferencia, la caseína se digiere más lentamente, por lo que es mejor tomarla antes de acostarse. Las proteínas vegetales, por otro lado, son una excelente opción para aquellos que siguen una dieta basada en plantas.

¿Qué beneficios tienen los licuados de proteína en polvo?

Consumir licuados de proteína es un tema que ya hemos tocado varias veces, pero también es uno que constantemente genera dudas, como cuáles son las ventajas de hacerlo, o si realmente son un apoyo para nuestro estilo de vida saludable.

En respuesta, creo que uno de los muchos beneficios de incorporar esta opción a nuestro día a día es lo práctico y fácil que es preparar esta bebida. Es una opción segura que permite sustituir cualquier alimento del día, tanto después de un entrenamiento como en esos momentos en los que tienes hambre, pero no tienes tiempo de prepararte algo y prefieres darle algo nutritivo a tu organismo en lugar de comprar algo en la máquina dispensadora.

También es una forma práctica de incluir una buena cantidad de nutrientes en una sola mezcla, lo que en ocasiones es complicado lograr.

Como ya sabes, el consumo de proteína en nuestro día a día es una prioridad, por lo que introducir un licuado puede añadirle de 20 a 30 gramos de proteína en una sola porción, garantizando así tu objetivo diario.

Nuestro crecimiento personal

Hace unos días, al analizar una etapa no muy lejana de mi vida, puse en perspectiva cómo era yo en ese momento y cómo me siento hoy. Muchas veces pensamos que nuestra evolución y nuestro crecimiento no son algo notorio, ya sea porque quizás no estamos en nuestro “ideal” o porque no hemos llegado a ese momento en el que creemos que podemos decir que verdaderamente hemos evolucionado.

Sin embargo, la oportunidad que he tenido en las últimas semanas de ver en perspectiva esa determinada etapa en comparación con mi actualidad me ha permitido confirmar y valorar muchas áreas de mi crecimiento personal. Es como verse a través de una lente que no sabías que estaba ahí, sopesando el gran impacto que tienen dichas áreas en lo que hoy son prioridades y todo lo que el bienestar conlleva.

Hoy te comparto diez puntos que pueden ayudarte a darte cuenta de las cosas que tu proceso de evolución ha ido impactando: