All in Wellness Coach

Ya son 200

Pues sí, hoy quiero contarles que este es el artículo número 200 de nuestro blog y lo feliz que me siento de poder celebrarlo juntos. Llevamos cerca de 4 años ininterrumpidos compartiendo información y acompañándonos en nuestro estilo de vida saludable, así que quiero darte las gracias por leerme y por ser mi más grande motivación. Semana tras semana, tú me inspiras a escribir algo en lo que dedicarás tiempo a ti mismo, con información y herramientas que te serán de utilidad.

Cuando inicié este proyecto, nunca imaginé que esta sería una parte de mi día a día que disfruto tanto, desde el proceso de pensar sobre qué tema hablaré hasta el cómo hacerlo siempre de fácil acceso para todos.

Sé que lo sabes, pero la mayoría de los temas que comparto están inspirados en ti que me lees, en las preguntas que recibo de cualquiera de mis clientes en nuestras sesiones, o en alguna reunión. A veces una plática, un comportamiento en el supermercado, una frase o una experiencia propia puede ser el motor perfecto para compartir ese tema que te inquieta o que te servirá para tomar el control de tu bienestar.

¡Feliz inicio de año!

Estoy segura de que, para muchos de nosotros, el 2023 fue un año de aprendizaje, crecimiento y desarrollo. Viendo en retrospectiva lo que fueron mis intenciones hace 12 meses y el cómo me siento hoy, puedo decir que este fue un año retador y que, en algunas partes, me movió de mis zonas seguras y cómodas para permitirme analizarlo desde otra perspectiva.

Una de mis constantes este año fue el ponerme como prioridad. La mayoría de mis intenciones y, por ende, mis decisiones, se englobaron en la importancia de ponerme en primer lugar y de dejar de ver esto como si fuera algo egoísta de mi parte.

A veces pensamos que al priorizarnos nos estamos olvidando de las demás personas y yo creo que es todo lo contrario. ¿Recuerdas lo que nos dicen en los aviones sobre el uso de las mascarillas de oxígeno como parte del protocolo de seguridad? La frase dice que primero debemos colocarnos la mascarilla de oxígeno a nosotros mismos para entonces poder ayudar a quien esté cerca.

¡Gracias por estos primeros 100 artículos!

Hoy quiero compartir contigo que hemos llegado a los primeros 100 artículos de este blog y lo orgullosa que esto me hace sentir.

Poder escribir para ti ha sido una de las experiencias más gratificantes de los últimos años. Debo confesar que no pensé que lo disfrutaría tanto y mucho menos que esta práctica me llenaría de tantas formas.

Te agradezco por inspirarme y motivarme a crear contenido de calidad que te sirva de ayuda. Cada semana, cuando elijo qué tema abordar, me baso no solo en mis inquietudes sino, sobre todo, en aquellas cosas en las que me pides ayuda.

He disfrutado mucho con tus reacciones, tanto cuando me envías un mensaje compartiendo tus experiencias, como cuando me dices que modificaste uno de tus hábitos como resultado de lo que aprendiste al leerme, o que eso que envié era exactamente lo que necesitabas absorber en ese momento.

¿Cuál es tu pretexto?

Hace unos días, en una de las sesiones de coaching 1:1, mi cliente y yo revisábamos los avances y logros realizados durante los primeros 3 meses del programa. Entre las cosas que analizamos estaba cómo mi cliente se sentía con respecto a pensar en el bienestar o a pensar en un cambio de hábitos como parte de un estilo de vida saludable, antes de que iniciara con este proceso.

Prepararme para el fracaso

Cuando iniciamos un cambio o un proceso de incorporación de nuevos hábitos, no nos damos el tiempo de pensar qué va a suceder si no lo logramos. No contemplamos los factores que nos puedan hacer regresar a los hábitos anteriores y cómo podríamos actuar en ese momento.

Considero fundamental entender que durante este proceso tendremos momentos de “fracaso” y frustración que nos harán desistir de nuestro objetivo.