¡Feliz inicio de año!
Estoy segura de que, para muchos de nosotros, el 2023 fue un año de aprendizaje, crecimiento y desarrollo. Viendo en retrospectiva lo que fueron mis intenciones hace 12 meses y el cómo me siento hoy, puedo decir que este fue un año retador y que, en algunas partes, me movió de mis zonas seguras y cómodas para permitirme analizarlo desde otra perspectiva.
Una de mis constantes este año fue el ponerme como prioridad. La mayoría de mis intenciones y, por ende, mis decisiones, se englobaron en la importancia de ponerme en primer lugar y de dejar de ver esto como si fuera algo egoísta de mi parte.
A veces pensamos que al priorizarnos nos estamos olvidando de las demás personas y yo creo que es todo lo contrario. ¿Recuerdas lo que nos dicen en los aviones sobre el uso de las mascarillas de oxígeno como parte del protocolo de seguridad? La frase dice que primero debemos colocarnos la mascarilla de oxígeno a nosotros mismos para entonces poder ayudar a quien esté cerca.
Esto mismo lo aplico cuando hago énfasis en ponerme como prioridad: si yo estoy bien (y tengo el oxígeno suficiente para respirar), entonces puedo estar para alguien más. Si yo estoy bien, entonces mi entorno, con todo lo que abarca, estará bien. La mascarilla de oxígeno está ahí para mí para poder respirar libremente cuando lo necesite. Después de tomar aire y lograr respirar normalmente, y solo entonces, podré tomar las medidas siguientes.
Con esto no quiero decir que ponerse primero sea algo fácil, al revés: el trabajo que conlleva definir cuáles son tus prioridades y lo que estas implican requiere un análisis muy profundo. Por ejemplo, si priorizo hacer cosas que son importantes para mí, primero debo revisar la lista y definir lo que supone. Una vez que la tenga, habrá que detallarla y luego ver qué debo hacer para que cada cosa suceda.
¿Ves a lo que me refiero? Sin duda, este es uno de mis ejercicios favoritos, ya que me ayuda a poner las cosas en perspectiva. Así que, revisando lo que aprendí durante el 2023, te comparto mis conclusiones:
No puedo saltarme capítulos de mi vida porque la vida no funciona así
Me trataré de la misma forma que trato a las personas que quiero
Lo que decido NO cambiar, DECIDO mantenerlo
Si me roba la paz… no vale la pena; el costo es muy alto
Vemos las cosas a través de nuestra propia lente, es decir, no las vemos como son, sino como somos
Te deseo un inicio de año pleno, abrazando y reconociendo el trabajo que haces todos los días para ti, el compromiso con tu bienestar, con tus retos y miedos, con las áreas donde te sientes más vulnerable y con las que hoy reconoces como fortalezas. Gracias por permitirme compartir contigo esta etapa.