Cinco formas de fortalecer el amor propio
¡Ah, el amor propio! Algo que parece ser lo más fácil del mundo, pero que en realidad es un músculo más por ejercitar. Como hemos visto anteriormente, querernos a nosotros mismos es primordial para nuestro bienestar integral, así que hoy quiero compartir contigo algunas prácticas que pueden ayudarte a confiar más en ti mismo y a potenciar el amor que ya existe en ti, ¡la clave para lograr tus objetivos de salud!
Escribe de 3 a 5 cosas que te gusten de ti mismo. Tendemos a obsesionarnos con las cosas que queremos cambiar de nosotros mismos, pero, ¿qué pasaría si pusieras ese enfoque en las cosas que amas de ti mismo? Esto puede ser externo ("me encantan mis ojos" o "cuido mi piel y se nota") o interno ("estoy orgulloso de lo lejos que he llegado" o "amo mi mente curiosa"). Reserva unos minutos al día o a la semana para poner esto en práctica y observa lo que se desarrolla en tu diálogo interno.
Dedica al menos 5 minutos al día a hacer algo que sea solo para ti. Parece que, como sociedad, estamos más ocupados e infelices que nunca (¡no es una coincidencia!). Cuando ponemos toda nuestra energía en nuestro trabajo, nuestras relaciones o nuestra familia, es decir, en cualquier cosa menos nosotros mismos, ¿dónde te deja eso? Todos tenemos 5 minutos libres, así que ¿por qué no dedicarlos a hacer algo que realmente nos llene? Puede ser bailar, caminar, meditar o leer: lo que sea que te traiga alegría. Mereces pasar tiempo haciendo algo que amas.
Encuentra afirmaciones que resuenen contigo. Una cosa es escribir "me amo a mí mismo" en una nota adhesiva y otra cosa es creerlo realmente. Necesitas encontrar una práctica de afirmación que tenga un significado especial para ti.
Intenta respirar profundamente con el vientre. Coloca una mano sobre el vientre y la otra sobre el corazón e inhala profundamente durante 5 segundos. Luego presiona el vientre contra la mano, y exhala durante 5 segundos. Practica esto de 1 a 5 minutos, dependiendo de lo que necesites. Esto te dará la oportunidad de conectar con tu respiración y tu cuerpo y, con el tiempo, te permitirá desarrollar más confianza en ti mismo y amor propio.
Concéntrate en lo que puedes dar, en lugar de lo que quieres recibir. Esta es mi nueva práctica favorita, ya que es algo en lo que me he tenido que esforzar más. Tendemos a estar muy enfocados en lo que queremos obtener en la vida —lo cual no es necesariamente algo malo, especialmente cuando eres intencional con tus manifestaciones— pero, ¿qué pasaría si cambiaras eso por pensar en todo lo que puedes dar? Cuando damos de forma voluntaria, para contribuir o como un acto de bondad al azar, etc., el golpe de dopamina resultante es mucho más saludable que el que obtienes al revisar tu número de likes en Instagram. Piensa en cómo puedes poner tus dones naturales al servicio de otros. Si eres empático, practica la escucha activa para hacer que alguien se sienta escuchado. Si eres un creador, ¿qué puedes hacer que tenga un impacto positivo en los demás? El simple hecho de mostrar amor por tu pareja o por un familiar es una forma de centrarte en lo que puedes dar.
En resumen, de todos los hábitos saludables que se pueden implementar, el acto de amor propio puede ser el más desafiante, pero créeme: cuando puedas lograr esto, todo lo demás caerá en su lugar. Ten paciencia y ten en cuenta que estos pequeños actos que se practican a diario pueden tener un impacto en tu vida de maneras que nunca creíste posibles.
