Burnout en mi entorno laboral - 2da parte
En el blog de la semana pasada hablamos de que puedes ayudar a evitar que tu equipo de trabajo padezca de burnout. Pero, ¿qué medidas puedes tomar? Aquí te comparto estos puntos que pueden ayudarte a dar el primer paso.
Mide de manera consistente.
Hay una variedad de métodos que puedes utilizar para medir el bienestar general y la felicidad de tu equipo dependiendo de su tamaño. Para un equipo pequeño pueden ser reuniones de uno a uno de manera mensual o bimensual. Durante estas reuniones haz preguntas abiertas y de escucha integral que comiencen con “qué” y “cómo”, y muestra vulnerabilidad. Cuando los miembros de tu equipo sienten que realmente te importan y que estás siendo auténtico, es más probable que se abran y compartan cómo se sienten en realidad.
Para equipos más grandes hay muchas alternativas para medir de forma continua cómo se encuentran los empleados. El viejo método de medir cómo les va a los empleados en una encuesta anual ya no brinda los datos que necesitan las organizaciones en los entornos de trabajo actuales.
Observa la comunicación.
¿Eres realmente consciente de cómo los miembros de tu equipo se hablan y escriben entre sí, así como a las partes interesadas internas y externas? La comunicación es una de las herramientas más poderosas que tienen los líderes para medir cómo le está yendo a su equipo. ¿Tu equipo está comentando las fortalezas y logros de los demás y reconociendo las contribuciones de todos? ¿Los miembros del equipo se quejan regularmente y son negativos sobre lo que está sucediendo dentro de la organización? ¿Estás recibiendo comentarios de otros líderes sobre cómo tu equipo se está comunicando entre sí? Piensa que las declaraciones positivas son aquellas que expresan aprecio, apoyo, ayuda, aprobación o cumplidos.
Tener reuniones de equipo honestas.
Hay líderes y gerentes que no pueden escuchar comentarios difíciles, creando una cultura donde los informes directos no son honestos con sus gerentes. ¡Estoy segura de que no quieres ser uno de esos líderes! Piensa en que tus reuniones de equipo semanales o mensuales deben ser un lugar donde todos puedan decir lo que piensan y compartir sus pensamientos honestos de una manera saludable y productiva. Lo último que quieres es que todos hablen de los problemas entre ellos sin que tu tengas idea de lo que pasa. Evadirlo o ignorarlo tampoco es la mejor opción.
Puedes hacer preguntas como: "¿dónde sientes que nuestro equipo tiene oportunidades para crecer?" y "¿qué te gustaría ver cambiado?", junto con muchas otras. Dale tiempo a la gente para digerir preguntas como éstas y venir preparada con pensamientos e ideas. Es importante que estés abierto y te sientas cómodo recibiendo comentarios constructivos y, ya sabes, crear un espacio muy seguro para tu equipo. Por lo general hay uno o más miembros del equipo que son los “habladores”, así que asegúrate de que a cada persona se le dé tiempo y espacio para comunicarse, compartir, y que las personalidades más dominantes no sean las que lleven toda la sesión.
Observa la productividad y salud física.
Para muchas organizaciones la productividad está conectada a las horas trabajadas en una semana, a la producción, los resultados, etc. En pocas palabras, se enfocan en los números que producen los individuos. Mi desafío para ti no es que te enfoques en las horas trabajadas (estar sentado en el escritorio de la oficina no es necesariamente ser productivo), sino en conectarte verdaderamente con los resultados de cada persona.
Se ha demostrado que los lugares de trabajo felices son más productivos, así que, una vez más, observa el trabajo y la producción de tu equipo, no las horas que están en la oficina, o respondiendo correos electrónicos. Su salud física también es un indicador clave de cómo les está yendo. La mente y el cuerpo siempre están conectados y, si son infelices, sienten estrés crónico o están abrumados o ansiosos, su cuerpo se verá afectado. Observa cuántos días de enfermedad están tomando y si tienen alguna dolencia física. Un empleado feliz no faltará al trabajo regularmente.
Sé que es un tema complejo aún y que además hay industrias como la del servicio y la hotelería (que es en la que me he desarrollado durante mi carrera profesional por aproximadamente 26 años) que dependen mucho del estar disponibles 24/7. Normalizamos el no descansar, las jornadas de más de 12 horas al día, el estar disponibles a todas horas —los hoteles nunca cierran—, y eso lo hace todo más complejo. Sin embargo, no es una tarea imposible.
Mi consejo es que evalúes estos puntos y que analices cómo puedes aplicarlos en tu entorno laboral. No subestimes la influencia que puedes tener en tus empleados y compañeros para hacer de tu trabajo un lugar mejor; te aseguro que los beneficios valen la pena.
¡Hoy es un buen día para empezar!