El 10 de octubre de este año se celebró el Día Mundial de la Salud Mental, el cual fue establecido en 1992 para fomentar una mayor comprensión global sobre este tema. Me gustaría darte mi opinión al respecto.
Somos seres pensantes y, por ello, la salud mental es una gran parte de lo que somos como personas: afecta la forma en la que pensamos, sentimos, nos relacionamos con los demás y manejamos los altibajos de la vida. Si bien hablar de salud mental es común hoy en día, esto no siempre fue así. Durante muchos años, las conversaciones en torno a esta pieza fundamental de nuestro bienestar a menudo se consideraban incómodas, sin sentido, fuera de lugar o hasta vergonzosas.
Afortunadamente, esa mentalidad ha cambiado a medida que más y más personas (así como empresas) están empezando a entender que la salud mental debe cuidarse al igual que cuidamos nuestra salud física. Piénsalo así: a nadie le avergüenza ir al gimnasio o tomarse un día libre para curarse de un resfriado. Entonces, ¿por qué debería ser diferente ir a terapia o tomarnos un día para cuidar nuestra salud mental?