El efecto “burnout”
Últimamente, la palabra “burnout” se encuentra con frecuencia en todo lo relacionado con nuestro bienestar. ¿A qué se refiere este concepto? Comencemos por definirlo: la palabra esta en inglés y se refiere al agotamiento extremo, el cual sucede cuando nuestra mente o cuerpo está al límite, es decir, cuando está a punto de rendirse porque ya no puede más. Este tipo de agotamiento extremo puede tener un impacto en lo físico, emocional, mental y/o espiritual.
Cosas como la pérdida de memoria, la dificultad para concentrarse, la mente nublada y la pérdida de interés en las alegrías cotidianas son en su mayoría focos rojos de la salud mental, como parte de las señales de este agotamiento extremo. También podría verse como esa falta de comprensión o conexión con lo que uno está haciendo todos los días: el no ver el sentido de las cosas o no sentirse parte de una misión más grande en la vida.
En lo físico, el burnout se manifiesta como una inflamación en el cuerpo causada por el estrés constante, problemas digestivos (gastritis, colitis nerviosa y estreñimiento), aumento de peso, cansancio, falta de sueño de calidad o insomnio, y / o despertarse sin energía, ya sabes, como levantarse pensando que lo que menos tienes son ganas de hacer tus actividades diarias.
Todas estas cosas están mermando tu bienestar. Quizá a algunas de ellas las hemos “normalizado”, e incluso podríamos pensar que nuestro cuerpo tiene la capacidad de adaptarse a este tipo de situaciones —que en parte es cierto. Sin embargo, al final del día es innegable que el ritmo actual al que sometemos a nuestro cuerpo y mente trabajando sin descanso no es sostenible, ni como individuos ni como sociedad. Esto lo podemos ver reflejado en las tasas sin precedentes de enfermedades crónicas y problemas de salud mental generados por el estilo de vida actual. Como mencioné antes, somos extremadamente adaptativos y capaces de "estar bien " durante décadas, pero ¿significa eso que deberíamos hacerlo?
Sin duda, la pandemia ha sido una llamada de atención en muchos niveles. Esto no significa que antes de la misma las cosas no estaban mal, pero esta situación ha potencializado y, en muchos casos, expuesto temas cuya importancia o impacto en nuestra salud no dimensionamos propiamente.
Por ejemplo, veamos el impacto que el estilo de vida virtual, derivado del confinamiento, tiene en nuestro bienestar físico y mental. Hemos descubierto que necesitamos implementar y preocuparnos por mantener rutinas de autocuidado que sean constantes, y que incluir una interacción con la naturaleza y con otras personas es fundamental.
Otro punto a considerar es que tener acceso a tanta información, medios de comunicación y redes sociales va creando una sobrecarga de información. Nuestros cerebros simplemente no están diseñados para tener 100 pestañas abiertas a la vez. Necesitamos “amortiguadores” para proteger nuestro espacio mental y ser más conscientes del contenido que estamos consumiendo.
¿Cuáles son las principales causas del agotamiento?
Desde un análisis macro, se podría decir que la causa del agotamiento extremo se deriva de priorizar nuestro trabajo o nuestra capacidad de ganar o consumir por encima la salud y el bienestar personal. Creemos que el precio a pagar por buscar más riqueza, una promoción, un estatus social, una familia más feliz e incluso un mundo mejor, es desconectarse de uno mismo. Nos olvidamos de ponernos como prioridad y, a medida que nos vamos desconectando de nosotros, nos hacemos más robóticos y menos conscientes de las decisiones que tomamos, lo que acelera la espiral hacia el agotamiento.
A nivel simple, se trata de cosas como no ver el valor de comer alimentos que nutran tu cuerpo, no “hacer tiempo” para movernos diariamente, no desconectarnos de forma real de nuestro trabajo, no priorizar la conexión con amigos, familiares o nuestras comunidades, y no priorizar nuestro ciclo de sueño, dándole descanso real a nuestra mente.
El bienestar mental es un tema de lo más extenso y, sin duda, uno del que hemos estado escuchando con más frecuencia debido al impacto que tiene en nuestra calidad de vida, no solo de forma individual sino también como colectivo.
Por esto, en las siguientes semanas estaremos hablando de este tema, brindando algunos consejos por si tú o alguien cercano a ti está experimentando este tipo de agotamiento. Veremos cómo revertirlo y cómo apoyar a tus amigos, familia, compañeros de trabajo y empleados dentro de tu entorno para que el proceso sea más fácil.
¡Hoy es un buen día para empezar!