La glucosa y nuestra alimentación
Durante las semanas que platicamos sobre el impacto del azúcar en nuestro cuerpo, he recibido muchas preguntas sobre este tema, así como solicitudes de sugerencias prácticas para estabilizar la glucosa a través de los alimentos o para que los “picos” o el nivel de azúcar sea más estable.
Como ya lo platicamos, cada vez que consumes algún tipo de alimento que contiene azúcar, tu cuerpo reacciona liberando insulina para descomponerlo y convertirlo en glucosa. Ojo: recuerda que no sólo nos referimos a ponerle azúcar al café o tomar refrescos, sino que estamos hablando de cualquier alimento que se considere carbohidrato y que, al consumirlo, el cuerpo lo “entiende” como azúcar, pues de ahí obtendrá energía.
Cabe mencionar que, independientemente de si padeces o no diabetes tipo 1 o 2, los beneficios de mantener una alimentación balanceada, evitando los niveles altos de glucosa en nuestra sangre, incluyen muchos factores que ayudan a tu bienestar integral, desde tu estado de ánimo, energía y claridad mental, hasta tu salud hormonal, calidad de sueño, niveles de inflamación y mucho más.
Entre los “trucos” y sugerencias que hoy quiero compartirte se encuentran los siguientes:
1. Desayuna alimentos altos en proteína y grasas saludables, no cosas dulces
Aún seguimos con la falsa idea que un desayuno saludable es un vaso de jugo de fruta con un plato de fruta, yogur (obvio con azúcar), granola y miel. Esto ha sido uno de los principales causantes de que el mundo padezca la cantidad de enfermedades que hay en la actualidad. El que al iniciar tu día le des a tu cuerpo una “bomba” de azúcar es la base para que, a corto y largo plazo, padezcas los efectos del azúcar en la sangre.
¿Qué desayuno entonces? Opta por huevos en la presentación que tú prefieras (sobra decir sin carbohidratos, o sea, sin chilaquiles, tortillas, etc.), incluyendo algunos vegetales y grasas saludables como el aguacate.
Otra opción sería un yogur griego sin azúcar (en la porción adecuada), con moras, quinoa, nueces y semillas.
2. Añade un plato de verduras al principio de las comidas.
Verduras al vapor o una ensalada son siempre buenas opciones.
3. Antes de comer, toma una cucharada de vinagre.
Mi vinagre favorito es el de sidra de manzana, pero cualquiera es adecuado. Siempre debe ser tomado ya disuelto en un vaso de agua. Otra forma de integrarlo es en el aderezo para las verduras o la ensalada que consumirás al inicio de tu comida.
4. Consume sólo frutas enteras.
Es decir, nunca en zumo ni deshidratadas. Correcto, esto quiere decir también que hay que eliminar ese jugo del desayuno, a excepción del jugo verde hecho a base de vegetales que no incluye NINGUNA fruta.
5. Si vas a consumir algún alimento dulce, hazlo al final de una comida en lugar de por la mañana o solo como tentempié.
6. Evita los alimentos “light” o “bajos en grasas”.
Ya hablaremos más de ellos, pero, por ahora, ten en cuenta que muchos de los procesos incluyen eliminar las grasas saludables y que, para hacer que nos gusten, los fabricantes agregan azúcares y usan otros procesos químicos que no son buenos para la salud. Recuerda, las grasas saludables son un aliado en nuestro estilo de vida saludable.
TIP DE PRO
Sé que para muchos de nosotros es muy complicado renunciar a los carbohidratos en el día a día, por lo que te recomiendo buscar opciones de productos bajos en carbohidratos.
En la actualidad, como resultado de la gran demanda de estilos de vida como Keto, Paleo, Bajo en Carbohidratos, etc., hay una gran diversidad de alimentos que utilizan ingredientes adecuados, como la harina de coco, de almendra, la quinoa, diversas semillas, el cacao, etc.
Recuerda que el que no sigas un estilo de vida 100% enfocado en estas tendencias no significa que no puedas beneficiarte de las diferentes opciones que existen.
Las mezclas de cereales Keto, los panes de caja low carb, así como el sinfín de recetas “bajas en carbohidratos” son una gran alternativa para asegurarte de que estás consumiendo algo que está alineado con tu bienestar.
Ya sabes, el que un alimento sea Keto (o lleve una de esas leyendas) no te exenta de leer bien las etiquetas. Esa parte NO ES NEGOCIABLE: siempre debes de leer lo que contienen los alimentos que estás por consumir. El control de tu salud lo tienes tú, ¡nunca lo olvides!