Y tú, ¿qué versión eres?

Hace unos días leí esta frase que me hizo reflexionar sobre el impacto que alguna de nuestras versiones tiene en nuestro yo actual: “Algunas personas, especialmente la familia, optarán por recordar y reconocer la versión de ti que para ellos tiene más poder, sin importar cuánto tiempo haya pasado o cuánto hayas cambiado”

¿A qué me refiero con esto? La frase menciona a la familia, pero yo considero que aplica para cualquier relación que haya durado varios años y que, en ocasiones, nos “ancla” a permanecer o vivir con una etiqueta de que “somos” alguien que quizá ya no somos más.

Una de las razones por las que estás decidiendo poner tu bienestar como prioridad tiene como base un fin mayor, como lo es sentirte mejor, estar en paz o encontrar el balance —la definición que para ti sea la adecuada—, bajo tus propios términos y a tu ritmo.

Cómo crear tu lista de intenciones para este 2024

Hace unos días, con motivo de las reuniones y temas propios del inicio de año, algunos amigos y clientes me pidieron consejo para crear una lista de intenciones para el 2024 y lo que todo ello implica.

Como ya he compartido antes, considero que este proceso no se trata de crear una lista interminable de cosas que te causen más estrés, que te sientas “obligado” por cumplir, o que al término del año (o al cabo de unos meses) se vuelvan la excusa perfecta para juzgarte o “regañarte”.

Muchas veces, al no tener el enfoque adecuado al hacer una revisión para establecer tus intenciones, terminas por ponerte objetivos que no has analizado en su totalidad o que son poco realistas.

Una pieza clave al elaborar esta lista es que esté llena de cosas buenas para ti, que te ayuden a ser más feliz y a estar en paz, y que te permitan disfrutar más y/o preocuparte menos. En otras palabras, es indispensable disfrutar el proceso para poder alcanzar la meta.

¡Feliz inicio de año!

Estoy segura de que, para muchos de nosotros, el 2023 fue un año de aprendizaje, crecimiento y desarrollo. Viendo en retrospectiva lo que fueron mis intenciones hace 12 meses y el cómo me siento hoy, puedo decir que este fue un año retador y que, en algunas partes, me movió de mis zonas seguras y cómodas para permitirme analizarlo desde otra perspectiva.

Una de mis constantes este año fue el ponerme como prioridad. La mayoría de mis intenciones y, por ende, mis decisiones, se englobaron en la importancia de ponerme en primer lugar y de dejar de ver esto como si fuera algo egoísta de mi parte.

A veces pensamos que al priorizarnos nos estamos olvidando de las demás personas y yo creo que es todo lo contrario. ¿Recuerdas lo que nos dicen en los aviones sobre el uso de las mascarillas de oxígeno como parte del protocolo de seguridad? La frase dice que primero debemos colocarnos la mascarilla de oxígeno a nosotros mismos para entonces poder ayudar a quien esté cerca.

Una nota para recordarte ser intencional en tus elecciones

Espero que hayas celebrado una Nochebuena y una Navidad ricas en momentos plenos. Aprovechando que estos días suelen ser de reflexión, evaluación y agradecimiento, en los que se comienza a trabajar en las intenciones para el año que está por comenzar, considero que esta es una excelente ocasión para observar dónde estamos hoy, si sentimos que no estamos donde queremos, o bien, si sentimos que estamos en el mismo lugar.

Hace unos meses leí sobre este tema, donde se mencionaba que el crecimiento, en muchos aspectos, sucede en espiral. Sin duda, me pareció una de las mejores formas de explicarlo, sobre todo para entender por qué a veces sentimos que no estamos avanzando, cuando, en realidad, sí lo hacemos.

Imagina una espiral: parece un círculo dando vueltas sobre sí mismo, sin embargo, al irse recorriendo, la espiral nunca vuelve a pasar exactamente por el mismo lugar. De la misma manera, tal vez tú puedas sentir que estás donde mismo, cuando, en realidad, ya estás uno o varios niveles más arriba, o más abajo (ambos lados son parte del proceso).

En estas fiestas, elígete a ti

Ya estamos de lleno en la época de reuniones y celebraciones, donde siempre hay una buena excusa para propiciar momentos de fiesta y convivencia. Dichas reuniones, como ya hemos platicado antes, pueden tener un gran efecto en nuestro bienestar físico, en los hábitos que hemos estado trabajando todos los días y, sin duda, en nuestra salud mental, así que es importante tomar todo esto en cuenta para cuidarnos de forma correspondiente.

El sentir la presión social, tanto la fundamentada como la que solo vive en nuestra cabeza, impacta de muchas formas nuestro estilo de vida saludable. La semana pasada recibí muchos comentarios sobre este tema, y una de las inquietudes que más compartieron conmigo fue el establecer sanos límites para estas fechas, y lo drenante que puede ser asistir a lugares o celebraciones donde existen varios factores que nos ponen a prueba y afectan cómo nos sentimos.

Poner límites sanos y aprender a decir “no” no significa que seas inaccesible, que te estés perdiendo de algo, o que sufrirás de “FOMO” (“Fear of Missing Out”, que es ese sentimiento de tristeza por no haber sido parte de algo). Más bien, esta práctica te ayuda a que te des tiempo para revisar tus prioridades, decidir cómo te quieres sentir y elegir de forma consciente (y no por impulso) aquello que esté alineado con lo que para ti es relevante.

Algunas prácticas de Mindfulness para la temporada navideña

A medida que se acercan las fiestas, hay mucho por lo que estar presente, desde ver a nuestros seres queridos disfrutando de las tan tradicionales recetas navideñas y conviviendo hasta los simples placeres de perderse observando las luces parpadeantes del árbol de Navidad (confieso es de mis cosas favoritas de esta época, es como si me hipnotizaran).

Sin embargo, todos sabemos que esta temporada también viene con mucho estrés: compromisos sociales, balancear el trabajo (a veces excesivo) con las festividades de la época, compras de regalos, reuniones familiares, visitas, viajes, ¿necesitas que diga más? Sin duda, esta es una época que para muchos representa un gran reto, así que este es un buen momento para ayudarte a que tengas opciones para encontrar unos minutos de atención plena para ti, o como se diría en inglés, prácticas de Mindfulness.

Cabe mencionar que la idea no es que esto te represente un reto, o que sientas que tiene que quitarte una hora de tu día. Después de todo, la atención plena es el arte de tomar la vida un momento a la vez, de trabajar en no estar “escapándonos” sin realmente darle a nuestra salud mental la importancia que merece.