Los Adaptógenos, ¿cuáles debo tomar?
Cuando hablamos de suplementos puede ser confuso definir cuáles son los adecuados para cada persona, las cantidades que debemos incorporar, la frecuencia, cómo y cuando consumirlos, o saber si los necesitamos o no como parte de nuestros hábitos saludables.
Una razón por la que me atrevo a recomendar los adaptógenos es el nivel de estrés al que de manera consciente e inconsciente sometemos a nuestro cuerpo. Nuestro cerebro y nuestro cuerpo están trabajando todo el tiempo y lamentablemente no siempre nos permitimos darnos un descanso real. De hecho, desconectarnos del mundo suena como una verdadera hazaña y justificamos nuestra incapacidad de poder hacerlo con la agenda de trabajo, las demandas que agregamos a nuestra interminable lista de pendientes, descansos interrumpidos por pendientes o por estar atentos a nuestros trabajos de forma intermitente.
Este tipo de suplementos no causan ningún tipo de efecto negativo o adicción. Obtendrás sus beneficios al consumirlos y, cuando los incorpores, sentirás la diferencia. En lo personal me sirven para esos días en los que requiero mayor enfoque en mis tareas, días en los que mi parte creativa será necesaria y, por supuesto, los días en los que escribo.
Entre otras opciones que recomiendo se encuentran:
Hongo Chaga. Es un magnífico hongo medicinal que crece casi exclusivamente en abedules, en los bosques templados del hemisferio norte. Tiene un alto contenido de antioxidantes y betaglucanos. Se usa tradicionalmente para equilibrar la energía y enriquecer el sistema inmunológico, así como para prevenir y curar una variedad de dolencias. El hongo Chaga guía el cuerpo hacia la homeostasis y alivia los nervios en momentos de estrés. De igual forma, estabiliza la presión arterial y el azúcar en la sangre, y regula la salud intestinal y digestiva.
Melena de león. Es una especie de hongo originaria de Japón. Destaca por su alto contenido en fibra, por lo que es considerada un probiótico natural que ayuda a recuperar la microbiota intestinal. Igualmente puede ayudar ante problemas intestinales y digestivos como inflamación, reflujo y estreñimiento. Es auxiliar en alergias e intolerancias alimentarias. Gracias a su actividad regeneradora, ayuda a combatir enfermedades neurodegenerativas como pérdida de memoria, demencia y desmielinización nerviosa.
Hongo Maitake. Puede proporcionar un apoyo real para el sistema inmunológico y convertirse en un poderoso aliado en el combate de diversas enfermedades. Alivia considerablemente el dolor por desgaste de huesos y articulaciones, incrementa las defensas combatiendo síndromes de inmunosupresión por virus y enfermedades crónicas, y combate padecimientos digestivos como el estreñimiento y las infecciones estomacales.
Recomiendo tomar los adaptógenos por la mañana. Los puedes mezclar en tu café, latte, chai, té o licuado si es lo que acostumbras, o bien en las tardes en cualquiera de estas versiones. Yo prefiero tomarlos por las mañanas para aprovechar los beneficios de ellos durante todo el día, sin embargo, en ocasiones que la demanda de tareas me pide horas de mucho enfoque por la tarde, también los consumo a esa hora.
Las porciones están señaladas en los productos. Te recomiendo, como en todo, que escuches a tu cuerpo y veas tus reacciones: si sientes que algo no es adecuado, como dolor de cabeza, exceso de cafeína, ansiedad, etc., reduce la cantidad que consumes. Recuerda que cada organismo reacciona de diferente forma y que el hecho de que la dosis esté señalada no significa que esa sea la dosis adecuada para ti.