¿Qué es el gluten?
Quizá hayas escuchado la palabra “gluten”, o estés familiarizado con lo que se ha puesto de moda como alimentos “libres de gluten”, pero ¿qué tanto sabes al respecto y, sobre todo, qué sabes del impacto que tiene el gluten en tu bienestar?
El gluten es una proteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales como el trigo, la cebada, el centeno, la espelta, y algunas variedades de avena, así como sus híbridos y derivados. El grano de estos cereales no está compuesto únicamente por gluten: también existen otras partes como el almidón, el germen o el salvado, que pueden ser extraídas mediante un proceso tecnológico (con un control exhaustivo) para emplearse como ingredientes en la preparación de alimentos sin gluten.
El gluten es el responsable de la elasticidad de la masa de harina y confiere la consistencia y esponjosidad de los panes y masas horneadas. En otras palabras, el pan que consumimos logra su textura en gran parte gracias al gluten.
La mayoría de las personas somos incapaces de digerir esta proteína por completo ya que, tras la ingesta, el cuerpo genera fragmentos proteícos que activan el sistema inmunológico que pueden ser detectados como tóxicos, desencadenando así una reacción de rechazo en el organismo.
Hay señales que indican este rechazo: puede ser desde un dolor de cabeza, inflamación, colitis o daño intestinal, hasta cansancio, gases, hinchazón, reacciones de la piel, diarrea o, en otros casos, temas como delgadez extrema, cáncer digestivo, osteoporosis, entre otros.
Dentro de la medicina convencional, el poder detectar este tipo de sensibilidades y alergias es algo relativamente nuevo. Muchas veces acudimos al doctor por alguna de estas reacciones y nos diagnostican sin relacionar esto con nuestros hábitos alimenticios, dejando fuera una sensibilidad al gluten. Por esto mismo, es importante prestar atención a lo que sentimos, ya que mientras más conscientes somos de nuestro propio funcionamiento, mejor sabremos identificar qué es lo que nos perjudica y podremos tomar cartas en el asunto, buscando la ayuda que necesitamos.
Las personas alérgicas al gluten – llamadas celíacas – presentan estos síntomas a mayor escala, por lo que es más fácil detectar las reacciones que el gluten presenta en su cuerpo al ingerir productos que lo contengan. Sin embargo, se estima que la mayoría de las personas somos sensibles a esta proteína y, por ende, también presentamos reacciones a la misma.
¿Cómo saber si eres celíaco o si tienes problemas para digerir el gluten? Comienza observándote y analizando cómo te sientes después de haber consumido una pieza de pan, una pizza, pasta o algún producto que sepas que contiene esta proteína, y lee muy bien las etiquetas.
Una práctica que funciona bien es eliminar de tu alimentación las harinas que tienen gluten por unos días —de 3 a 5 sería un buen inicio— y observar qué cambios presenta tu cuerpo, como tu nivel de energía, tu estado de ánimo, tu piel, y el nivel de inflamación. Después, reintroduce los alimentos eliminados de forma gradual, aplicando el mismo método de observación. ¿Puedes notar algún cambio?
En nuestro siguiente artículo te platicaré de cosas prácticas que podemos implementar en nuestra alimentación para evitar el gluten sin dejar atrás cosas que disfrutamos como las harinas y todos los productos que las contienen.
¡Hoy es un buen día para empezar!