Celebremos el amor todos los días

En relación con el tema que nos rodea esta semana, quiero aprovechar la oportunidad de hablar con ustedes sobre los beneficios que el amor hacia nosotros mismos, también conocido como amor propio, tiene en nuestro bienestar y nuestro estilo de vida saludable.

Quizás sea por la forma en la que se nos enseñó lo que es el amor (en la que se nos decía que el ponernos a nosotros mismos como prioridad era egoísmo y no necesariamente amor propio) que la sociedad ha normalizado el poner a todos y a todo lo demás como prioridad en nuestra vida, dejándonos así a nosotros mismos en último lugar, o bien, haciendo a un lado el impacto que el anteponer a otros puede tener en nuestra propia salud.

Afortunadamente, esto ha ido cambiando y cada vez se habla más de la importancia de priorizar el amor propio, de cuidarnos, de la importancia de estar bien y, sobre todo, de aceptar que lo merecemos.

Practicando el ayuno intermitente

Hace unas semanas recibí un correo en el que un cliente me preguntaba si podía enseñarle a realizar el ayuno intermitente. Su intención era bajar de peso, ya que ha visto que esta práctica se promueve en muchos sitios con esa “promesa”. También mencionaba que ha intentado hacer el ayuno en varias ocasiones, pero que no le ha funcionado porque siempre le daba hambre, o porque se esforzaba en aguantar las horas que se había propuesto y luego, al entrar en la “ventana” de poder comer, se comía todo lo que encontraba a su paso.

La respuesta a mi cliente fue que primero tenemos que aprender a comer y después podemos empezar a ayunar. ¿A qué me refiero con esto? A que si bien el ayuno es una gran herramienta de bienestar (de hecho, es una de mis favoritas), es imperativo aprender primero cómo y qué comer en nuestros momentos de des-ayuno para que este sea verdaderamente efectivo.

¿Qué alimentos son adecuados para eso y por qué? ¿En qué cantidad? ¿Con qué vamos a nutrir a nuestro cuerpo para que pueda desarrollar sus funciones de manera adecuada? Hay que tomarnos el tiempo de revisar nuestros hábitos, los productos que tenemos al alcance, nuestro estilo de vida, nuestro estado físico y nuestra salud.

La magia de observar el proceso

Hace unos días leí esta frase: “Nada en la naturaleza florece todo el año”, y me pareció un principio muy sabio que aplica en muchas situaciones. Cuando pensamos en la naturaleza, es muy normal comprender que cada etapa de un proceso existe para servir un propósito; por ejemplo, si no hubiera invierno, entonces la primavera o el verano no serían lo que son.

Hoy quiero invitarte a que observes la naturaleza y lo mucho que aprendemos de los ciclos que ella maneja. Sé paciente con tu proceso y con la etapa en la que estás. Vivimos con mucha presión, proveniente de los diferentes medios que están a nuestro alcance, y eso nos hace creer que un logro solo es adecuado si es perfecto e inmediato, cuando en la realidad parte del encanto proviene de cada una de las etapas que vives hasta llegar a tu objetivo.

El arte de hacer la ensalada ideal

Comenzaré por recalcar que el consumir más vegetales en nuestra dieta es, sin duda, una gran ayuda para que nuestro cuerpo pueda obtener los nutrientes, las vitaminas, los minerales y la fibra que necesita para una óptima realización de sus funciones. Sin embargo, una parte de la cultura de la alimentación que se ha estereotipado como saludable es el consumo de ensaladas en nuestro día a día, y eso no siempre es así, pero ¿por qué pasa esto?

La ensalada es un básico que claro que debemos incluir. Quizás has escuchado la frase de asegurarnos de consumir “el arcoíris” en nuestro plato; bueno, pues básicamente eso se refiere a darle a tu organismo una variedad de colores por medio de las diferentes frutas y verduras que consumimos. Sin embargo, es muy importante que pongamos especial atención a los productos que normalmente integran las ensaladas a las que tenemos acceso, ya sea en restaurantes, comedores, o tiendas, como los supermercados.

Lo que necesitas saber acerca de los planes détox

Cuando me preguntan qué es lo que opino acerca de los planes de desintoxicación o si los promuevo, no puedo evitar expresar lo mucho que me gustan y enfatizar que son una de mis herramientas de bienestar favoritas, ya que, si los realizas de forma adecuada, pueden aportarte un sinfín de beneficios.

Como probablemente recuerdas, el año pasado dedicamos varios artículos al tema “détox”, los cuales siempre puedes visitar de nuevo para encontrar información muy valiosa.

En esta ocasión, quiero compartir contigo las respuestas a las preguntas que escucho de manera más frecuente, porque creo que pueden servirte de guía en tu proceso. Estas son:

Back to the basics

Estas semanas de inicio de año se caracterizan por el retorno a las rutinas de trabajo y bienestar. Esto implica un proceso complejo, sobre todo en esos casos en los que se están haciendo ajustes grandes.

En relación con esto, esta semana pude percibir que a varios de mis clientes les está costando trabajo regresar a los hábitos que pusieron en pausa durante las fiestas. Muchos de ellos preguntaron por estrategias para hacer este proceso más sencillo y es por eso que ahora me gustaría compartir contigo algunos puntos que revisé con ellos durante sus sesiones.

Primeramente, recuerda y revisa: ¿cuál es tu motivación? Este tema lo tocamos constantemente, pero cuando nos sentimos un poco perdidos en el proceso, no hay nada como regresar al centro de lo que nos mueve y nos está llevando a nuestro fin mayor.

¿Qué hay de fondo en querer estar bien? ¿Para qué? ¿Qué es para ti el bienestar y cómo lo puedes enfocar en tu día a día? ¿Qué es lo que no se alinea con tus metas? Todas estas son preguntas que pueden ayudarte en este momento.