Ayuno intermitente - preguntas frecuentes
Hace unos días, en una reunión, surgió el tema del Ayuno Intermitente y sus beneficios. Este es un tema que hemos tocado en varias ocasiones, y una práctica que recomiendo en gran medida. Por eso mismo, considero que vale la pena reforzar algunos puntos que tal vez no quedaron claros anteriormente.
Antes de seguir, me gustaría invitarte a que leas los artículos que tenemos en este blog sobre dicho tema porque seguramente te servirán de guía. Recuerda que también puedes agendar una cita para aclarar tus dudas y, sobre todo, entender tus requerimientos personales, qué es lo que funciona para ti y cuál es tu situación de salud actual.
Si ayuno, ¿me dará hambre?
El ayuno intermitente no se basa en que dejemos de comer por medio de restringir las horas de ingesta de alimentos y que consecuentemente nos estemos “muriendo” de hambre durante del resto de las horas en las cuales no consumimos alimentos. La base del ayuno es permitirle a nuestro cuerpo que se dedique a realizar otras funciones primordiales —como la regeneración de células sanas, la limpieza de órganos, la claridad mental, mantener la energía de forma sostenible durante más horas, entre muchas otras— durante las horas que no comemos.
A lo largo del periodo de ingesta de alimentos (conocido como “breaking the fast”), es primordial que consumas cantidades adecuadas de nutrientes y alimentos que ayuden a tu cuerpo a realizar sus funciones. La función del ayuno no es desnutrir a tu cuerpo, sino todo lo contrario: es fundamental que seas consciente de lo que aportas a tu cuerpo durante las horas que comes.
¿El ayuno sirve para bajar de peso?
No, y por favor dejemos de enfocarnos en esa premisa. Piensa en los beneficios que esta práctica tiene para tu cuerpo. Nuestro organismo requiere un periodo de descanso de la digestión durante el cual podamos darle la oportunidad de enfocarse en otras cosas.
Si lo haces bajo las premisas adecuadas, uno de los tantos beneficios que tu cuerpo tendrá será una pérdida de peso. Pero el enfoque es otro: esto se debe a que el cuerpo desecha lo que no necesita y a que tiene el tiempo para utilizar de mejor forma lo que sí le sirve, es decir, aquello con lo que sí lo estamos nutriendo.
Si no ayunamos, no le estamos dando al cuerpo esa opción, así que solo puede enfocarse en la función de “tratar” de digerir de la mejor manera posible (a las carreras) los alimentos que estamos consumiendo de forma casi ininterrumpida. ¿Recuerdas el ejemplo de las visitas en casa durante las vacaciones y estar lavando trastes todo el tiempo? ¿A qué hora te das el tiempo de limpiar la sala y el comedor a profundidad?
¿Es cierto que el ayuno intermitente ayuda a personas con enfermedades como la diabetes?
Sí, de hecho, es una de las herramientas que pueden ayudar a revertir esta y muchas otras enfermedades. Es fundamental que cuentes con la guía de un profesional en la materia para adecuarlo a tus requerimientos específicos. Recordemos que el bienestar se basa en la bio-individualidad (cada persona tiene requerimientos distintos y reacciona de diferente forma a cada uno de ellos), así que no hay una solución igual para todos.
Busca a un profesional que tenga experiencia en este tema. Hay doctores que no usan esta práctica, quizá porque no están familiarizados con sus beneficios, pero hay muchos otros que sí, especialmente aquellos que ven la salud como algo integral. La medicina intuitiva es una práctica cada vez más utilizada por doctores, la cual se basa en ver más allá de la parte teórica de la enfermedad, considerando el impacto que tienen otras áreas del bienestar en el cuerpo, como lo que comemos, hacemos, pensamos, etc.
¿Debo ayunar todos los días?
No, realmente una de las tantas cosas que tiene de beneficio el ayuno es que puedes ir integrando esta práctica a tu rutina de manera progresiva. Por ejemplo, si para ti funciona hacer un ayuno de 24 horas una vez a la semana, y el resto de la semana prefieres cuidar los alimentos que consumes (ya sabes, eligiendo comida real), tu cuerpo irá acostumbrándose a esa pausa que le estás dando para regenerarse.
También puedes hacer ayuno intermitente de 16/8 (16 horas de ayuno por ocho horas de ventana de alimentación) durante 5 días a la semana, y los otros 2 días comer tus comidas balanceadas de forma regular. Las opciones son muchas, así que eso no debe limitarte.
Yo siempre me despierto con hambre y debo comer algo antes de hacer ejercicio, entonces, ¿el ayuno intermitente no es para mí?
Las horas que tú decidas tener de ayuno —siempre y cuando sean un mínimo de 12 horas sin consumo de alimentos— pueden ser las que mejor te funcionen a ti. ¿A qué me refiero con esto? Si para ti el desayuno es ese alimento que no puedes dejar de tener, entonces cambia el formato de horas de comida por las de no comida. Un ejemplo de ayuno de 16/8 sería así:
6:00 a.m. – Despertar.
6:30 a.m. – Comer algo antes de hacer ejercicio (aquí estás rompiendo el ayuno).
7:00 a.m. – Rutina de ejercicio.
8:00 a.m. – Desayuno. Siempre alimentos reales: grasas saludables, proteínas y carbohidratos adecuados.
1:00 p.m. – Comida. Mismo caso, buenas grasas, proteínas y carbohidratos adecuados.
3:00 p.m. – Esta sería la última ventana de tiempo para consumir algún alimento. A partir de esta hora y hasta las 6:30 a.m. del día siguiente, no consumirás alimentos, salvo bebidas como agua, té o café sin azúcar.
Hay muchas personas que prefieren el formato que consiste en saltarse el desayuno para entonces hacer de la comida y la cena sus alimentos más fuertes (porque el día a día de la agenda social tiene más compromisos de comidas y cenas), pero esto siempre puede adecuarse en función de lo que para ti sea mejor.
Una nota importante aquí: parte de los beneficios del ayuno intermitente es ayudar a que nuestras hormonas trabajen de forma más eficiente (la hormona del hambre es una de ellas). Tal vez en un inicio, y por no haber realizado esta práctica con anterioridad, puedas creer que si no comes algo al levantarte, tu cuerpo va a estar mal, pero una vez que le des a tu cuerpo la oportunidad de trabajar de forma más óptima y nutriéndolo de forma adecuada, quizá eso cambie y entonces podrás ajustar tu ventana de alimentación a una que sea más cómoda.
Espero que esta información sea de utilidad y aclare esas dudas que puedas tener.
