¿Cuál es tu motor?
Cuando emprendemos el camino hacia el bienestar, hay días en los que estamos muy enfocados, pero también hay aquellos en los que nos sentimos un poco desanimados o incluso perdidos. Esto es algo muy común, especialmente cuando surgen factores externos que nos hacen tomar un break.
Incluso podemos pensar en tirar la toalla o nos hacemos de la vista gorda ante comportamientos que sabemos muy bien que no están alineados con nuestras metas. Pero, ¿sabes qué? ¡Así es la vida! Lo que hay que tener muy claro es que siempre tenemos la oportunidad de retomar nuestros hábitos y continuar.
Por ejemplo, cuando terminamos o interrumpimos un reto o una desintoxicación, hay veces que no sabemos bien cómo seguir adelante. Es por esto mismo que es vital encontrar ese lugar que reside dentro de nosotros donde se origina la motivación.
Al definir nuestras metas, muchas veces no sabemos por dónde empezar, ni reconocemos el motor que nos mueve a hacer las cosas; es por eso que constantemente te invito a revisar en tu interior qué es lo que te inspira a tomar acción. Eso será la base de tu plan de acción.
Una vez que lo identifiques, es importante ver qué pasos puedes seguir para llegar a tu meta. Piensa más allá de un número en la báscula o correr un maratón, y mejor enfócate en cómo te quieres sentir, qué quieres alcanzar y para qué.
Procura que tu objetivo sea integral y que tu bienestar tenga un lugar primordial. Muchas veces nos proponemos algo como bajar de peso y, una vez que estamos en el proceso, surgen beneficios mucho mayores que superan con creces lo deseado, así que confía en ti y en tu proceso y atrévete a pensar en grande a la hora de establecer tus objetivos.
Recuerda también que, en ocasiones, puede no existir una continuidad (por un motivo o por otro), pero el que interrumpas tus planes no significa que estés dando un paso atrás. Piensa, más bien, que se trata simplemente de una pausa; este enfoque te permitirá continuar con tu proceso sin abrumarte con pensamientos negativos, como la culpa o la sensación de haber fallado.
Te invito a la reflexión; piensa en por qué quieres cambiar y busca en tu interior qué es lo que quieres para ti desde lo más profundo de tus convicciones. La respuesta te ayudará a ser constante y te dará fuerza e inspiración para continuar tomando las mejores decisiones para tu bienestar.