“La vida saludable es muy cara”
Erróneamente, pensamos que el bienestar no es algo que esté a nuestro alcance. Tenemos la idea mal fundada que es algo únicamente accesible para ciertas personas. Creemos que nos significa una fuerte inversión y por eso decidimos no aventuramos en ese camino.
Como ya he mencionado en artículos anteriores, el bienestar incorpora muchos aspectos, no solamente lo que comemos o lo que hacemos. No es necesario asistir al gimnasio de moda o comprar los suplementos alimenticios más caros para poder lograrlo. Me atrevo a decir que frecuentemente es todo lo contrario. Las cosas “simples” y sustentables son las que nos ayudan y se convierten en el pilar más fuerte para nuestro estilo de vida saludable.
Hablando exclusivamente del tema de los alimentos, en efecto, hay algunos productos que a primera vista pueden resultar más caros o por arriba del promedio al que estás acostumbrado a gastar en ese producto en específico. Sin embargo, cuando los vas incorporando y sustituyendo a otros que no eran adecuados, te darás cuenta del gran beneficio que tienen en tu salud. En la mayoría de los casos, terminas comprando menos cosas, de mejor calidad. Además, vas incorporando nuevos y mejores sabores, adquiriendo productos simples y cantidades menores.
Mi recomendación es ir incorporando productos nuevos poco a poco, y sustituir los antiguos (o no beneficiosos) de forma paulatina. Prueba marcas, lee etiquetas, revisa los ingredientes a detalle, pon atención a lo que estás comprando para nutrir tu cuerpo y dale la oportunidad a tu organismo de desintoxicarse de los productos que no eran buenos para él.
¡Hoy es un buen día para empezar!