Básicos de cocinar: aceite y sal
Seguro me has escuchado (o leído) decir que mi recomendación es incorporar nuevos hábitos de forma paulatina, y no agresiva. Considero que vencer pequeñas batallas de forma consistente es el secreto para vencer las grandes.
De las primeras cosas que sugiero es revisar el aceite y la sal que consumimos normalmente.
Evita cualquier tipo de aceite vegetal como el de cártamo, girasol o soya, ya que ninguno de ellos es apropiado para el organismo. Utiliza aceite de aguacate, coco, oliva. Lo ideal es que en la etiqueta especifique que han sido extraídos a través del método de prensado en frío.
En cuanto a la sal, evita la sal yodada, puedes sustituirla por sal de mar o bien sal del Himalaya. Es muy importante leer bien la etiqueta. Aunque diga sal de mar o bien del Himalaya, en la mayoría de los casos, cuando revisas los ingredientes, mencionan que son yodadas.
Recuerda que los productos, empaques y etiquetas están hechos para que se vean atractivos y los compres. La industria alimenticia es un negocio, y como tal hace uso de la mercadotecnia. Es fundamental que revises a detalle las etiquetas. No solamente te vayas por un slogan comercial o por algo que suene “saludable”. La responsabilidad de lo que consumimos es 100% nuestra.
Al ir introduciendo hábitos saludables a nuestro estilo de vida, incrementaremos nuestro sentimiento de confianza, tranquilidad y seguridad de estar tomando las decisiones adecuadas para el logro de nuestros objetivos.
Si tienes preguntas sobre alguna marca o deseas sugerencias en este tema, no dudes en escribirme. Sé que juntos podemos encontrar productos que sean adecuados para tu estilo de vida saludable.
¡Hoy es un buen día para empezar!