¿En qué consiste la salud?
Conforme hemos ido aprendiendo y familiarizándonos más con la definición de bienestar, considero que también nos ha quedado más claro que la definición de salud va mucho más allá de una simple “ausencia de enfermedad”. ¿A qué me refiero con esto? Pues a que el no estar enfermos no significa que seamos personas sanas.
Nuestro bienestar se ve impactado por muchas áreas, incluyendo lo que pensamos, lo que sentimos, nuestra capacidad física o de movilidad, la alimentación, las amistades, las relaciones personales, el trabajo, el descanso, cómo aprovechamos nuestro tiempo, lo que aprendemos, nuestros momentos creativos, y muchas cosas más.
Por ello, cuanto más conscientes seamos de que la salud es algo integral, más fácilmente podremos identificar las áreas que podemos ajustar y cuidar para que sea óptima.
Una parte clave del proceso de identificar las áreas a las que debemos prestar especial atención es separar las cosas que podemos controlar de las que no. Cuando hablo de algo que puedes “controlar” no me refiero a que sea algo en lo que eres un experto y que siempre haces a la perfección; más bien hablo de aquello que está en tus manos llevar a cabo.
Te comparto la lista de algunas áreas que podemos controlar:
Cómo reaccionamos a una situación
El tiempo compartido con tus amigos y seres queridos
Los vegetales que consumimos
Los límites que ponemos
La energía que damos y la energía que recibimos
Cómo tratamos a los demás
Las actividades de auto-cuidado
Más adelante platicaremos más acerca de uno de estos puntos y compartiré contigo algunas sugerencias prácticas para tomar el control de tu bienestar y beneficiarte al máximo de ello. Mientras tanto, analiza las áreas mencionadas y observa cómo te sientes respecto a cada una de ellas.