Volviendo a mi centro
No sé si a ti te pase esto, pero hay días en los que siento que necesito hacer un reajuste, analizando dónde estoy y cómo me siento, para volver a mi centro. El ritmo del día a día, la carga de trabajo y llevar una agenda saturada, mientras trato de balancear todas las cosas que son importantes para mi bienestar (como el ejercicio, el trabajo, los proyectos, la casa y la vida social), puede resultar agobiante.
Y es que a veces, por más que me organice, la vida sucede y mantener el orden es insostenible. Comienzo a sentirme “fuera de mi elemento” y regreso a rutinas o hábitos que ya tenía descartados (esas cosas que el caos, por inercia, puede detonar fácilmente en mí).
Ese es justamente el momento en el que trato de hacer una pausa y realizar una revisión de dónde estoy.
Cada vez me queda más claro que esto es un proceso con altas y bajas, con etapas de ajustes y que, en muchos casos, se vale volver a empezar o regresar unos pasos para tomar otro camino.
Hoy te comparto unas preguntas que son de gran ayuda en este autoanálisis:
- ¿Cómo se encuentra mi rutina de sueño?
- ¿Qué tanto tiempo y esfuerzo estoy dedicando a mi cuidado personal actualmente?
- ¿Con quién estoy pasando tiempo y cómo está eso impactando mis objetivos?
- ¿Cómo podría cuidarme mejor?
- ¿Qué necesito? Debo confesar que esta es una de mis preguntas favoritas, quizá por lo difícil que fue aprender a contestarla de manera honesta. Es muy importante poder definir qué necesitas (ponerle nombre) y por qué lo necesitas.
- ¿En qué me estoy enfocando actualmente? Esto me ayuda a saber con precisión a qué le estoy dedicando mi tiempo y mi energía, y cómo puede eso impactar otras áreas.
- ¿Cuándo fue la última vez que hice algo que me encanta? Ya sabes, hablo de esos momentos en los que dices: “¡es que amo hacer esto!”
- ¿Cuándo fue la última vez que tuve tiempo de calidad para mí?
- ¿Cuándo fue la última vez que hice una revisión así conmigo misma? Esta última me sirve para identificar posibles patrones y detonantes. Es decir, quizá sentirme así es algo que pasa de forma continua después de cierta etapa, o como resultado de cosas similares, por lo que es relevante analizarlo. Hacerlo me ayuda a hacer ajustes antes de que se pueda dar una situación parecida que genere un “caos” mayor.
Darnos un tiempo, aceptar que nos podemos equivocar, cambiar de opinión, y ponernos como prioridad nos ayudará a escoger qué es lo mejor para nosotros y volver al centro.